Una gran hembra dando de amamantar a su prole. Algo que parece tan natural se ha convertido de repente en lo más extraño del mundo mundial. Las madres de ahora hemos dejado de tener hijos y de ser centrales lecheras. El estrés y la vida laboral nos impiden que podamos amamantar a nuestros hijos, incluso tenerlos.

La moda de dar de mamar está en 3 meses aprox. Como ahora estamos tan delgadas resulta que algunas no tienen ni una gota de leche y enseguida hay que sacar el biberón de la farmacia.

Todo indica que hay que volver al pasado. Todos los especialistas siguen siendo partidarios de la lactancia materna durante al menos el primer año de vida. Las ventajas para nuestros hijos son muchas y comprobadas científicamente, tanto desde el punto de vista inmunológico como nutricional. Los niños con lactancia materna no sólo son más sanos, sino que también adquieren antes las habilidades de desarrollo.

Amamantar es una experiencia única de comunicación entre tu bebé y tú. Un contacto físico y emocional muy importante para los dos, los tres o los cuatro. Aunque ahora lo normal es la parejita. Pasar a un tercero supone ya familia numerosa. ¿Dónde están esas familias de antes, con 7, 8, 9, 12 y hasta 16 o 22 hermanos? Es más, quién era Franco. No recuerdo bien.

Hoy tener hijos es un lujo y darles de mamar también. Es un lujo para el cuerpo porque es el proceso natural para ir perdiendo peso poco a poco y para el pecho es lo mejor. Incluso, reduce el riesgo de padecer cáncer de mama.

Por eso y por todas las enfermedades que nos ahorran por parte de madre y de hijo, el Comité de Lactancia de la Asociación Española de Pediatría (AEP) mantiene las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y UNICEF -recientemente aprobadas en la ‘Global Strategy for Infant and Young Child Nutrition’- respecto a la conveniencia de amamantar a los recién nacidos hasta los dos años de vida o más.

¿Y tú piensas dar de mamar? Yo te lo recomiendo es una de las cosas más bonitas que he hecho en mi vida.