Un maquillaje bien hecho puede cambiarte la cara. Si sabes manejar bien el arte de la pintura puedes hacer maravillas con un buen uso del maquillaje corrector. Ese que no se nota pero que te deja la cara fresca y natural. Es decir, sin ojeras con un poco de color en los pómulos y un tono brillante en los labios. Abre los ojos con un poco de máscara de pestañas y diviértete con las sombras de ojos. Si quieres seguir investigando, mira el vídeo dónde verás cómo se te puede quedar la cara con la ayuda de un maquillaje de caracterización. Los maquilladores profesionales de efectos especiales para el cine, el teatro y la televisión pueden dejarnos de lo más seductor o desfigurarnos por completo como si fueramos un muerto viviente.

¡Qué Rocky Horror Picture Show!

El maquillaje siempre ha sido y será un arte. ¿Por qué no empiezas a practicar con los pinceles y la brocha de colorete? Si realmente no se te da bien, recurre a un curso de automaquillaje donde te enseñarán a maquillarte a ti misma que realmente es lo único que necesitas. Son muy prácticos y suelen estar adaptados a nuestras necesidades personales. En fin, qué tampoco te vas a dedicar a ello profesionalmente. Se trata sólo de perder el miedo y empezar a disfrutar con el color y la imaginación. Aunque desde luego, todo tiene sus límites.