Desde que Enrico Piaggio recibiera de D´Ascanio los planos de un vehículo que aportaba los últimos elementos de la aviación, la Vespa ha permanecido en el tiempo a través del espíritu vanguardista permanente que la vio nacer. ¿Quién no se ha enamorado de Audrey Hepburn paseando por las calles de Roma en el ciclomotor más famoso de todos los tiempos?

Una moto bien avenida destinada para la población obrera, protagonista del cine

La influencia del cine de los años sesenta y setenta en una población de masas, llevó al ciclomotor a convertirse en un auténtico protagonista de Hollywood. Vacaciones en Roma (donde paseaba a Gregory Peck y Audrey Hepburn), Quadrophenia, American Graffiti o incluso el Talento de Mister Ripley son algunos ejemplos que han convertido a la Vespa en un auténtico clásico atemporal.

 “¡Bello, sembra una Vespa!” (¡Bello, parece una avispa!) gritó Piagio

Hombres y mujeres del siglo XXI que se caracterizan por un vanguardismo y sofisticación al puro estilo avispa, son los miembros de la ya considerada como cultura Vespa. Provenientes de Italia se multiplican por nuestro país diferentes organizaciones de amantes escuteristas que se reúnen y realizan exhibiciones con su propio signo característico: gafas de sol de aviador, parkas, parches de dianas, melenas que emulan el mod-ernismo de la época sobre una Vespa o Lambreta.

Rafael Moreno pertenece a COSA NOSTRA SCOOTER CLUB, una organización de amantes de la Vespa que se reúnen para tomar cañas y realizar exhibiciones a las afueras de Madrid.

“Cuando pasamos por la calle paran el tráfico para vernos pasar”, comenta este adicto a la Vespamanía madrileño. Rafael nos ha contado que existen dos tipos de amantes del scooter: los Vespistas y los Mods. “Un vespista es un amante en toda regla de los ciclomotores, que sólo viaja en Vespa y la mantiene impoluta, pero no sigue ninguna filosofía”.