En una de las míticas películas de la historia del cine, en Casablanca: Rick y Louis conversando…

Louis: “Dígame, Rick, ¿qué le ha traído a Casablanca?”
Rick: “Vine a Casablanca a tomar las aguas.”
Louis: “Pero… ¡si Casablanca es un desierto!”
Rick: “Me informaron mal.”

Aguas que sí debemos tomar para no deshidratarnos por dentro ni por fuera. Más agua para disfrutar del placer cálido de una relajante bañera de hidromasaje en un circuito Spa (Salus per acqua) .  Y también agua de mar para una excelente cura de sales, minerales y  plancton marino. Lo que se llama una cura de talasoterapia marina con envolturas de algas incluidas. Todo lo contrario que el agua termal que procede de manantiales exclusivos y donde las virtudes de la hidroterapia tienen mayor aplicación en la salud y la belleza.

Fuentes de balnearios que brotan de un lugar único y en la mayoría de los casos como una de las grandes maravillas de la naturaleza. ¿La Naturaleza? Sí, esa masa verde que se ve a toda velocidad de paso por alguna autopista con abundante follaje lateral. Las aguas que emergen de estos oasis llegan cargadas de propiedades, tantas como el sedimento mineral obtenido de su composición química.

La carta de aguas de manantial lleva un sedimento reposado durante miles de años que beneficia nuestra salud y belleza de la forma más natural.

Bebe agua de manantial  y por qué no disfrutar de un buen baño y un buen  masaje de relax a continuación. Además, el universo acuático es uno de los mayores placeres del wellness actual del que ya dieron buena cuenta los frigidarium y caldarium romanos. El mismo bienestar que disfrutaba la aristocracia, los reyes y reinas del siglo XV o XIX y por supuesto del XX y del XXI. Un balneario es un oasis que gira entorno al mundo del agua termal. Por Dios, tírate a la piscina (OT) o dáte un chapuzón en España, en Casablanca o en el Ampurdán.

Hace calor, mucho calor. Hoy 40 grados en Madrid. ¡Qué barbaridad! Un vaso de agua, por favor. No puedo con este calor. Qué sofoco tengo…

Los beneficios del agua fría aplicada en contrastes es otra recomendación para este verano.

Los circuitos termales de los balnearios y de los spas urbanos o vacacionales, que ya incluyen la mayoría de los hoteles, son una visita obligada para mantener el cuerpo a tono y alejado de los focos de calor.

Pasar del calor de la sauna o el baño turco a las fuentes de nieve, las piscinas frías o las duchas alternas de rocío es una buena y apetecible terapia que mantendrá nuestra tensión y forma física en perfectas condiciones para adaptarnos a los golpes de calor y olvidarnos del estrés y las contracturas musculares.

Más información: ANET. Asociación Nacional de Estaciones Termales. Tel: 902 11 76 22.