El arte del arreglo personal empieza en la infancia. Bueno desde que somos bebés, pero entonces son nuestras madres las encargadas de acicalarnos. Los niños suelen ser más pasivos y dar menos problemas de estilismo a sus progenitores. En cualquier caso, todos decidimos la cara que decidimos mostrar al mundo. Desde pequeñas elegimos estilo y marcamos maneras. Mi hija, por ejemplo con cinco años ya huía de los vestidos de niña repollo. Odiaba los flequillos y el pelo corto. No había nadie que le hiciera desprenderse de su diadema de Minnie Mousse. ¿En tu casa, quién viste y peina a los niños?
La belleza puede estar ( o no estar) en cualquier parte.
¡Cuánta fantasía ponen en los anuncios! Aunque ahora la realidad se ha vuelto tanto o más fantástica y por eso en los anuncios se apuesta por la belleza real porque ya se ven por todos lados caras demasiado artificiales. Y es que la vejez sigue resultando una verdad incómoda. La solución está en rejuvenecer el rostro con ayuda de la medicina estética o la cirugía plástica.
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