El blush o colorete es la mejor fórmula de maquillaje para lucir buena cara. Sin embargo, una mala aplicación puede conseguir el efecto muñeca pepona por un exceso de producto o un look mortecino, si se utiliza por debajo de las mejillas.

Los más sencillos de aplicar son los de textura en crema. Se difuminan mejor y ofrecen un halo de luz muy saludable.

Para una correcta utilización de estos o en polvo sigue unos pequeños consejillos de bellezapura:

1. Busca tus mejillas: sonríe de forma exagerada y con un pincel aplícate un toque de blush en la zona más pronunciada.

2. Difumina: con movimientos circulares hacia las sienes.

3. Fusión natural: permite que el color se funde con tu piel. Para ello es mejor que realices los dos movimientos anteriores varias veces, dependiendo de la tonalidad que desees.

Es mejor ir de menos a más, a no ser que quieras parecerte a Alaska en los 80.

Imagen vía: Viva el pop.

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