Un paso adelante, Chanel reinventa la leyenda nº 5 con Eau Première, un perfume nuevo que respira toda la herencia del caldo original. ¿Lo has olido ya? A mí personalmente me gusta mucho más que el clásico. El famoso Nº 5 siempre me ha recordado al rancio aroma de los muebles antiguos.

Con ocasión de la presentación internacional me invitaron a París y allí sentada en los peldaños de la escalera del nº 31 de la Rue Cambon con otras muchas periodistas de belleza me vino la revelación de donde procedía exactamente el aroma aldehídico del number five.

Allí en el recoveco interminable de esa escalera de caracol; que es la eterna protagonista de 1.001 thrillers de corte paranoíco. A lo que hay que añadir ese espejo de reflejos caleidoscópicos que no deja escapar ningún ángulo muerto. También se suma la sombra de la leyenda inmortal de Gabrielle Chanel, una presencia fantasmagórica que recorre el edificio impregnándolo todos los rincones. y cada producto  sellado con el logo de la doble C entrelazada en blanco sobre negro.

Allí dentro fue dónde también le vino a Peter Philips la inspiración de Facettes D´Or, una colección que reaviva el mito. Mil facetas doradas que representan el lujo en su versión joya. Déjate hipnotizar por cada uno de los prismas de cristal que se reflejan en los biombos lacados de Coromandel que decoraban el apartamento de Coco.

Chanel también ha renovado la dirección creativa de su equipo de maquillaje. Peter Philips se ha estrenado con la nueva colección de otoño 2008 cuajada de reflejos dorados.

Uñas maquilladas en esmalte oro imperial y no sólo para Fin de Año, también para teclear en el ordenador y alegrarnos un día cualquiera del calendario.

Colorete en tono caldero que sustituye el tono enfermizo por una inyección de energía vitaminada con matices naranjas. No hay mejilla que se resista. Con un colorete así y un poco de anti-ojeras puedes hacer una cara estupenda aunque te encuentres machacada y al borde de un ataque de nervios.  Es lo que tiene el maquillaje… Puede ser un camuflaje perfecto.