Los chinos siempre van un paso más allá en su ingenio.  El estilo bandurria o guitarra que ya es famoso por dejar la coronilla al descubierto con el menor golpe de viento racheado. Sin embargo, existen otras técnicas de taparse la calva más seguras y controladas como la de nuestro amigo de origen oriental.

Una técnica de peluquería que se aplica con poco pelo y mucho arte. Un trabajo que exige ser un virtuoso del cepillo y el secador de mano con la ayuda de un producto de fijación. ¿Te atreves a probar?

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