Es el primer perfume masculino de esta pareja de diseñadores andaluces. El nombre no podía ser más explícito “Hombre”. A mi me suena a título de disco de Malú y es que el nuevo perfume de los Lucchino tiene muchos volantes o mejor dicho, mucho de “traje de corto andaluz”.
La corteza de naranjo, hojas de cítricos, flor de naranjo o el cardamomo no dejan de recordar al barrio de Triana. Si a eso le sumas algo muy afrodisíaco como el pachulí de Indonesia el resultado es un perfume para hombres muy sofisticados. Claro, tenía que tener algo sexual, puesto que la imagen del perfume es uno de los hombres más deseados de este país; MIguel Angel Silvestre, el duque. Un tipo sexy y muy hombre, demasiado diría yo para los cánones actuales.
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