La anorexia es un trastorno grave de la conducta alimentaria, sobre todo porque suele ser un mal crónico y que desgraciadamente  sigue produciendo elevados índices de mortalidad. Ultimamente el sexo masculino empieza a verse afectado por un trastorno alimentario que hasta ahora se consideraba patrimonio del  sexo femenino; especialmente entre los 15 y 25 años. Pero el target está cambiando y además de hombres comienza a afectar a mujeres maduras.

¿Crees que puedes tener anorexia? ¿Haces menos de 5 comidas al día?

El pronóstico actual de la anorexia es que el 44% de los pacientes tienen buen pronóstico y un 5% mueren. El mal pronóstico suele asociarse  a un peso inicial bajo, a la incapacidad de responder al tratamiento previo, relaciones familiares alteradas,  etc.

La persona afectada tiene miedo a ganar peso o a convertirse en obeso, incluso estando por debajo del peso normal. Existe una grave alteración de la percepción del peso y la autoimagen corporal. Sus graves consecuencias también se pueden observar en la piel: Hirsutismo o lanugo por todo el cuerpo, alopecia (defluvio felógeno), piel seca, y fragilidad en las uñas por falta de nutrientes.

El tratamiento apropiado para la anorexia nerviosa debe pasar por una rehabilitación nutricional y la normalización dietética para corregir las secuelas físicas y psicológicas que perpetúan la malnutrición. El segundo paso seria el tratamiento dietético. La mayoría de los pacientes pueden aceptar en unos días una dieta normal. El tratamiento psicológico es la piedra angular de un buen programa terapéutico. Es psicoterapia de apoyo, técnicas de relajación y sesiones psicoeducativas de grupo, donde se aborde, entre otros aspectos, el trastorno de la imagen corporal. .
El tratamiento farmacológico basado en muchos casos en los modernos inhibidores de la recaptación de serotonina es igualmente eficaz.
Asesoramiento técnico: Dra. Aurora Guerra, Jefa de Sección de Dermatología del Hospital 12 de Octubre de Madrid; Dra. Elena González Guerra, Médico Adjunto del Servicio de Dermatología del Hospital Infanta Cristina (Parla, Madrid); ambas, miembros de la AEDV (Academia Española de Dermatología y Venereología).