La firma Ausonia me ha pedido sumarme a este proyecto a favor del cáncer de mama. Y claro, imposible negarme a entrar en este proyecto solidario que me toca tan de cerca. Yo misma me tuve que poner pañuelos cuando estuve tan calva como una bombilla. Me ponía pañuelos de colores. La primera intención cuando me regalaron el pañuelo fue regalarlo yo, pero finalmente el pañuelo volvió a mí. 

La primera vez que vi el anuncio, pensé que cuando la profesora sube al estrado para empezar a dar clase iba a decir la famosa cita “Cómo decíamos ayer”. Pero claro después de un cáncer de mama la vida se trastoca bastante.

¿Cómo no me voy a sumar a ponerme el pañuelo rosa o el lazo fucsia de la esperanza en las investigaciones médicas? Yo he tenido cáncer de mama y la medicina me ha salvado la vida. No puedo quitarme de momento ese pañuelo solidario porque efectivamente hay un antes y un después de esta enfermedad que mucha gente no se atreve ni a pronunciar. Son esos mismos cobardes los que nunca más te vuelven a mirar de igual a igual; para bien o para mal. Los mismos que se lavan las manos con la solidaridad fácil y limpia que dona algo de dinero a la investigación en la lucha contra el cáncer de mama. La buena e higiénica acción del día es sólo un paso, pero hay que continuar en el camino ayudando a sobrevivir a los afectados, que no apestados. 

Y quién lo ha sufrido sabe que después de un largo tratamiento de quimioterapia y radioterapia hay que sobrevivir con el miedo y la falsa solidaridad de los demás. Imaginaos si las embarazadas son maltratadas profesionalmente lo que ocurre con las mujeres que han padecido un cáncer de mama, las cifras hablan de una incorporación bajísima al trabajo.

Súmate a ponerte el pañuelo rosa, de verdad como si te hubiera tocado a tí.  Todavía queda mucho por investigar y tampoco se sabe porque los porcentajes suben cada vez más en los países desarrollados.

¿Qué piensas como espectador de la enfermedad o como sufrido paciente?

Después de superados los 5 años, la gente me sigue preguntando qué tal estás y yo les digo siempre que todo bien, aunque no olvidado. Pero sigo bien, incluso en muchos sentidos mejor que antes porque me cuido más y lo veo todo bajo otro ángulo.

Me encanta sumarme a esta campaña en favor de la investigación porque creo que queda mucho por saber aún sobre el cáncer de mama en particular y el cáncer en general.

Súmate con Ausonia por un minuto más de investigación, puedes hacerlo a través de Facebook,  Bloogers o dejando tu comentario aquí, ya que yo soy una de esas 20 blogueras que hemos participado por la cara pero con el corazón en esta campaña de ayuda y esperanza por la curación absoluta de esta enfermedad.