¿Os acordáis de la portada de Lecturas en la que salía la nueva Belén Esteban posando con su nuevo rostro? No sé vosotros pero yo lo primero que le dije a una amiga fue: “Si pasa por una fila de paparazzis ahora mismo bostezan, si va a casa de su madre y no le ha avisado para no preocuparla, le preguntará que quiere de forma educada y su hija al verla por primera vez entrará en estado de shock”. No es que fuese artificial, es que era otra persona.