La marca Estée Lauder ha hecho público hace cuatro días en Nueva York el nombramiento de dos nuevas caras: la modelo francesa Constance Jablonski y la china Liu Wen , que se unen a Hilary Rhoda, Carolyn Murphy, Elizabeth Hurley y Gwyneth Paltrow para representar a la marca a partir de Junio de 2010.
Constance se trasladó a Nueva York desde Lille, Francia, en septiembre de 2008 y desde entonces se ha convertido en uno de los rostros más codiciados en el mundo de la moda. Ha participado en un total de 62 desfiles durante las Semanas de la Moda de Nueva York, París y Milán (temporada Otoño/Invierno 2010), incluyendo Derek Lam, Donna Karan, Ralph Lauren, Michael Kors, Fendi, Bottega Veneta, Balenciaga y Dries Van Noten. Además, ha protagonizado campañas de la mano de los fotógrafos de moda más prestigiosos del mundo, entre los que destacan Steven Meisel, David Sims, Inez van Lamsweerde & Vinoodh Matadin, Mikael Jansson, Mario Sorrenti, Craig McDean y Patrick Demarchelier. Recientemente ha aparecido en la portada de Vogue China y en editoriales de las ediciones americana, francesa, italiana e inglesa de esta revista.
Estos nuevos fichajes suponen un hito en la historia de Estée Lauder ya que nunca antes se había contratado a modelos de estas nacionalidades. Hasta ahora, los rostros internacionales de las campañas de la marca procedían de Estados Unidos (Karen Graham, Willow Bay, Carolyn Murphy, Gwyneth Paltrow, Hilary Rhoda), Reino Unido (Elizabeth Hurley), República Checa (Paulina Porizkova) y Etiopía (Liya Kebede).
¿Te acuerdas de Paulina Porizkova fue su modelo top desde finales de los 80? Cómo cambian los cánones de belleza con el paso del tiempo. A mí me sigue gustando más Paulina. Pero según dice Aerin Lauder, súper-nietísima de su abuela Estée, Vice Presidenta Senior y Directora Creativa de la marca: “Estée Lauder siempre ha buscado bellezas internacionales que definan una generación” . En ese caso, es el signo de los tiempos, querida Aerin.
Pero cómo bien sabes, una cosa es buscar y otra diferente encontrar, que me decía mi abuela a mí. Pero claro, mi abuela se llamaba Aquilina Rodríguez que no suena tan rimbonbante, sin embargo era una mujer llena de sabiduría.
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