salvia

Cuando escuchamos hablar de drogas, nos vienen a la cabeza sustancias como la cocaína y la heroína. Pero si nos referimos a una droga recreacional, nos imaginamos a algún tipo de místico o bohemio realizando un viaje espiritual, acompañado de alguna materia botánica. Una de ellas es la Salvia Divinorum.  Una planta, cuyas hojas masticaban los aztecas mexicanos, y que se ha puesto de moda en Estados Unidos.

¿Qué efectos origina?

Se calcula que al menos 1,8 millones la han probado en los Estados Unidos. Una cifra irrisoria frente a los 15 millones de consumidores, que tiene la marihuana. Cuatro estados del país han optado por prohibirla al desconocerse aún los efectos que puede producir a largo plazo. Su principio psicoactivo, la Salvinorin A, es el alucinógeno más potente que existe en la naturaleza.

Fumada, permite una experiencia psicodélica de cinco minutos. Sus defensores argumentan que se siente como si el cuerpo entrara en una cuarta dimensión pero que, sin embargo, no provoca adicción ni el deseo de consumirla todos los días. Es una experiencia física muy fuerte.

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Desde enero de 2004, la venta de esta planta está prohibida en nuestro país, junto a otras hierbas tóxicas. En Holanda, dónde sí está permitida, la presentan como una alternativa inteligente. En Australia, Bélgica, Dinamarca, Finlandia, Estonia, Italia y Suecia, no tiene problemas de consumo.

Medio gramo de salvia cuesta alrededor de 30 euros y su potencia está marcada en el paquete con la letra X. Existen envases de 5X, 15 X y 20X. Como la planta puede producir alucinaciones, se recomienda prudencia y se aconseja no mezclarla con alcohol. Si os entra la curiosidad, hay bastantes vídeos de jóvenes en pleno viaje psicodélico colgados en la red.

Yo rogaría mucho más sensatez y cautela si estamos siendo conejillos de indias de una sustancia, cuyos efectos aún no prevemos. Y, si no, recordemos lo que pasó con el LSD en la década de los 70 y con la heroína en los 80.