Si eres padre o madre, seguro que ya andas con mil ojos con tus hijos y tomas todas las precauciones del mundo con ellos, pero aún así nunca está de más recordar algunos consejos para evitar malos ratos.

Si con los niños siempre deben extremarse las precauciones, en el verano la alerta debe ser mayor si cabe.

Desde la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria y la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria nos dan unas recomendaciones para proteger a los niños de los riesgos a los que están expuestos en esta época del año y garantizar su seguridad cuando vayamos con ellos a la playa o a la piscina.

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Primero nos alertan sobre los riesgos del sol en los más pequeños. El abuso de la exposición solar es un peligro potencial que puede producir manchas, arrugas y tumoraciones superficiales a largo plazo. Utilizar un factor 15 durante los primeros 18 años de vida, logra reducir hasta un 78% el riesgo de cáncer en la edad adulta.

En este sentido, importante: evitar exponer a los niños al sol entre las 12 y las 17 horas, y usar cremas o lociones fotoprotectoras con un factor 15 o mayor dependiendo del tipo de piel. Además, cuidar los ojos de los más pequeños es también fundamental, ponle gafas de sol a tu hijo y protégelo con un gorro.

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Atentos al baño: los expertos avisan sobre el índice de ahogamientos infantiles en piscinas y playas, que es la segunda causa de mortalidad entre niños de 1 a 4 años. En esta época representa el 8% de las muertes infantiles, especialmente por debajo de los 5 años. Unas cifras que podrían disminuir iniciando el aprendizaje de la natación en torno a los 4 años.

Mucho cuidado con el calor: la hidratación y la alimentación juegan un papel muy importante en esta época para evitar los golpes de calor. Mantén hidratados a tus hijos continuamente con agua, y en ocasiones con otra bebida fresca como zumo o leche.

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Otro de los problemas más comunes son las picaduras de insectos y medusas. Las picaduras de mosquito son muy frecuentes, especialmente durante la noche y al atardecer. Por este motivo, puede ser útil el uso de repelentes naturales en forma de barra o loción, así como enchufes con insecticidas en las habitaciones y mosquiteras en puertas y ventanas. Pero ojo, los pediatras desaconsejan utilizar lociones con amoniaco o antihistamínicos tópicos en los niños.

Son consejos muy sencillos de poner en práctica pero fundamentales para que los más pequeños disfruten del verano y los padres respiren tranquilos.