La magnetoterapia es uno de los tratamientos más de moda en estos últimos años, aunque según cuenta la leyenda Cleopatra ya dormía con un imán en el entrecejo para retrasar el envejecimiento (sobre la glándula pineal, hoy conocida como de la juventud) el motivo del éxito de esta terapia es simple, hay tres causas principales: La primera que es un tipo de terapia que funciona para un gran número de dolencias, la segunda que se ha hecho una gran campaña publicitaria en su favor y la tercera el formato para uso doméstico que se está comercializando.
Hoy en día todos estamos expuestos a situaciones tales como la contaminación, las prisas, el estrés, el tráfico y un sinfín de causas que hacen que nuestro cuerpo se altere, además debemos tener en cuenta nuestra alimentación, la genética que hemos heredado, el trabajo, la edad , el cansancio acumulado y cualquier factor que pueda llevarnos al desequilibrio. Cuando éste se acentúa termina derivando en un problema, que en cada caso va a afectar a la zona más débil de nuestro organismo.
Mediante la magnetoterapia vamos a ser capaces de recuperar el equilibrio perdido y prevenir futuras afecciones.
La magnetoterapia para uso doméstico funciona aplicando un campo magnético sobre la zona donde tenemos el problema, este campo va a aumentar el flujo sanguíneo hacía esa zona por lo que vamos a tener más cantidad de sangre circulando en la zona afectada. En función de nuestro problema elegiremos el programa adecuado a éste que hará que nuestro cuerpo (en las células de la zona donde hemos aplicado los imanes) empiece a segregar las sustancias necesarias para que la patología comience a mejorar. El proceso no es a corto plazo, necesita un mínimo de sesiones para poder empezar a ver los resultados.
Los principales efectos que vamos a experimentar van a ser:
– vasodilatación, va a aumentar nuestro caudal sanguíneo haciendo que mejore la circulación.
– mayor aporte de oxígeno en los tejidos y órganos.
– mayor estímulo en el metabolismo del calcio y el colágeno (las fracturas óseas se van a recuperar antes)
– mayor relajación muscular (evitando dolores musculares y articulares)
– regeneración a nivel celular (tejidos)
– antiinflamatorios
Otros parámetros que también debemos tener en cuenta son las posibles contraindicaciones, la principal es llevar marcapasos, podría afectar a la frecuencia de la pila. Tampoco es recomendable en procesos activos de tumoración (cáncer) y en embarazadas se aconseja por precaución no utilizarlo. El hecho de llevar una placa o prótesis o cualquier dispositivo sin pila no sería un obstáculo para poder usar este tratamiento.
Los parámetros que debemos tener en cuenta en este tipo de aparatos son por un lado la frecuencia de oscilación, que debe estar entre 1 y 100 herzios y por otro lado la potencia del campo magnético que debe rondar entre 30 y 100 gauss.
Actualmente podemos encontrar en el mercado un buen número de dispositivos con características similares. Por lo general y dentro del precio del aparato suelen incluirse una serie de accesorios y una base terapéutica, que se coloca sobre el colchón de la cama y que tiene efectos reparadores.
El precio por todo el lote suele rondar entre los 1500 y los 1800 euros. Si lo que os ofrecen no está en esta horquilla de precios, mi consejo es que os lo penseis y compareis con diferentes distribuidores.
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