https://www.youtube.com/watch?v=p7BF4wMJpTg

Tomar o no tomar esa es la cuestión, hemos llegado a un punto en el que incluso a Shakeaspeare le costaría tomar una decisión. Me estoy refiriendo a los yogures con L-casei inmunitas (actimel). He estado informándome para poder arrojar un poco de luz sobre el tema y pasa como con casi todo, cuando te pones a buscar hay un gran número de detractores y también de defensores con argumentos que los apoyan.

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Los lactobacillus son unos vacilones del yogur o te lo tomas en serio???

Primero me gustaría definir lo que nuestra legislación actual denomina como “yogur”, es el fermento lácteo realizado por dos bacterias exclusivamente y en cantidades específicas: Lactobacillus bulgaricus y Streptococus termophilus“. Otro dato importante es que para ser legalmente “yogur” debe mantener las bacterias vivas hasta el final del proceso de fabricación y envasado. Muchas otras bacterias pueden realizar este mismo proceso obteniendo así un producto muy parecido al yogur pero que no puede llamarse así. A estos productos se les denomina “leches fermentadas”.
Este es el caso del “actimel”, es una leche fermentada con Lactobacillus L-casei inmunitas, un tipo de bacteria de la familia Lactobacillus, pero no la que le daría el estatus de yogur. Aún así sus propiedades son muy similares a las del yogur. La cuestión es que nos hacen pagar unas 4 veces más por algo (L-casei inmunitas) que nuestro cuerpo ya posee de manera natural en el 98% de las personas.

Lactobacillus_bulgaricus[1]
El eslogan utilizado refiriéndose a la mejora de las defensas, es un tanto gratuito, nuestro sistema inmune y defensivo es tan complejo que dificilmente podría demostrarse esa afirmación. Un estudio publicado es la revista Nature ha mostrado que el consumo de lácteos con esta bacteria regula la composición y actividad metabólica de la flora bacteriana, al igual que las bacterias del yogur tradicional, pero no influye en el sistema inmunológico de los consumidores.
Si nos vamos al otro lado, se ha creado una corriente en la que aparecen informaciones respecto al tiempo recomendado para su consumo, el cual no debería exceder los 14 días, ya que según estas informaciones nuestro organismo se volvería perezoso y dejaría de fabricarla. La cuestión que yo me planteo es que realmente no estamos hablando de ninguna sustancia, si no de organismos (bacterias), nosotros no las fabricamos, sólo somos portadores, tan sólo un 2% de la población necesita de una aportación externa de estos bichitos.

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En resumidas cuentas que cada uno haga lo que quiera, a mi lo que me parece es que no deja de ser un negocio, que te cobren a precio de oro algo que no lo vale por muy llamativo que lo disfracen. También creo que cualquier cosa que se consuma en exceso puede terminar pasando factura, pero para temporadas en que uno está más decaído puede ser una ayuda para la salud.