El vello púbico, foto de Gabriel Magnesio
A veces –demasiadas- la vida se complica, porque el ritmo se torna vertiginoso, la gente hostil y las intenciones malsanas, y de repente te ves girando en medio de un huracán donde tus peores pesadillas se confirman, como una Dorothy Gale de Kansas cualquiera que sólo desea regresar a su casa; entiéndase ésta como aquello que nos es propio.
Es entonces cuando se hace necesario echar el freno, agarrarlo bien con las dos manos, respirar hondo y sentarse a observar.
Pocas cosas relajan más que la observación del otro. De ese ser humano semejante en apariencia, igual en trayectoria fija (“nacer-crecer-reproducirse-morir”), totalmente distinto en recorrido personal. Pocas cosas dan tanta noción de lo relativo, tantos puntos de vista distintos, para volver al propio y acometer con ellos la propia existencia.
Atrás quedaron los tiempos en los que las mujeres compraban la ropa a los hombres, eso ya es cosa del pasado. Ahora, incluso, se ha dado la vuelta a la tortilla, y muchas veces son ellos los que asesoran. Parece que, según se comenta, Brad Pitt elige los modelitos que Angelina Jolie luce sobre la alfombra roja, ¿qué buen gusto, no?
A pesar de esto (muchas veces lo hablo con amigos), nosotras tenemos más variedad donde elegir. Las firmas de moda piensan más en las mujeres que en los hombres. Aunque se van dando cuenta de que a ellos les gusta la moda casi tanto como a nosotras y se afanan por captar al público masculino y por satisfacer sus necesidades. Tiendas como Mango o Blanco no hace mucho que se lanzaron a la conquista de los hombres.
Ahora, Boxley, la firma de moda masculina ‘made in spain’, vuelve a las tiendas tras varios años de ausencia con su colección primavera-verano 2011. Parece que no todo son malas noticias en estos tiempos de crisis y hay quien se sabe reponer a las adversidades. (más…)
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