Una vez vista la boda en directo por varias cadenas llenas de homocomentaristas que decían chorradas y cotorreaban como nadie, yo he pasado mi puente descansando y viendo las fotos. Lo cierto es que me parecía demasiado frívolo hablar de la boda, pero mi sobrina Sara (entusiasta donde las haya) me dijo tienes que hablar de la boda en Belleza Pura. Y desde luego yo que soy muy obediente y por agradarla a ella y a otras cuentas hago un post de la princesa Catalina o Su Alteza Real la Duquesa de Cambridge.

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Lo que algunos llaman la boda del siglo y otros la boda del año y que yo llamaría una boda de cuento en un telediario del siglo XXI. Sí, un evento algo trasnochado, pero se agradece que el amor y la belleza sean noticia de vez en cuando, entre tanto asesinato, secuestro y terrorismo gratuito. Por cierto, la boda no ha sido gratuita, pero al final se ha autogestionado porque la taquilla ha sido mucha por parte de todos los medios. Una boda realmente irreal. Tan irreal como un sueño de Walt Disney o el peligroso mito del Príncipe Azul. En este cuento la princesa es plebeya ple-bella sin sangre azul, pero enamorada. Al contrario que Diana, que finalmente demostró tener la sangre y el corazón del mismo color que todos los seres humanos y sufrió como cualquier otra mujer el engaño de un matrimonio desafortunado desde el principio. Al menos en esta boda ha triunfado el color del amor.

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Mientras Josemi sólo hablaba de ” la greña” que llevaba Kate y otros de lo corta que era la cola (del traje), por hablar de algo, claro, porque en la boda había muchos “tocados especiales” de los que comentar largo y tendido. Yo os diré que  el peinado de la novia fue de lo más sencillo que hubo. Me encantó. El peluquero de la novia fue Richard Ward y que realizó un semi-recogido estilo romántico, que dejaba la melena suelta con amplios bucles. Una melena algo vintage y muy moderna (menuda paradoja) y que no rompía con la personalidad de Kate. La propia Middleton, muy sabia, le dijo a su peluquero Richard Ward  “Quiero que el Príncipe Guillermo me reconozca cuando llegue al Altar”. Desde luego que no había duda, era ella. Kate con una tiara de Isabel II con sello Cartier sobre su melena y el poco tupido velo de seda y tul que sacaba a relucir su sonrosado colorete tipo Heidi que refrescaba todavía más su imagen joven y fresca. Estaba guapa porque es guapa y estaba feliz. Guillermo recordó  mucho a la Diana Spencer de sus comienzos; tímido y retraído. Quizá dentro de unos años pase a ser Lord Wi, igual que su madre se transformó en Lady Di. Habrá que dejar pasar el tiempo. No me quiero enredar con el futuro de este matrimonio, ya que hoy son una pareja enamorada y esperemos que el nudo del amor no se les atragante. Y sean felices y coman perdices como en todos los cuentos de finales felices.

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Los cabellos de Kate fueron desenredados con  productos de L’Oréal Professionnel. Su peluquero Richard Ward comentó los trucos de Catalina “ de vez en cuando aplica a su cabello un poco de color para darle viveza y profundidad, pero siempre con un acabado natural. El pelo de Kate es uno de sus mejores rasgos, tiene mucha cantidad y es de muy buena calidad. El hecho de que no experimente demasiado con él, es el secreto de su éxito”. Sobre su base morena, aplica reflejos y transparencias en tonos caoba y cobrizos no demasiado evidentes.

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Sabemos que sus maquillajes favoritos son realmente de la firma Lancôme según nos han contado desde el gabinete de prensa de la propia marca francesa de la rosa. Al parecer vieron a Kate comprando algunos productos días antes de la boda, concretamente la hidratante calmante  Hydrazen Neurocalm , la máscara de pestañas Hypnôse en color negro y un Artliner de Lancôme.

Y el vestido de la novia con diseño de Sarah Burton (quizá la sustituta de John Galliano en Dior) para Alexander Mac Queen, que será al parecer uno de los más copiados. Me parece fatal que la gente sea tan borrega. Cada novia debe elegir su propio vestido. Por favor no imitéis, intentad encontrar vuestro estilo. Además ese mismo vestido o parecido lo ha llevado también Belén Esteban, la princesa del pueblo, Roci – Hito y la gran princesa monegasca,  Grace Kelly; otra princesa plebeya muy bella y con gran estilo.

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Todas estas bodas han salido en la revista Hola, algunas sólo en Hello y han agotado varias ediciones. ¿Qué tocado hubieras elegido tú para la boda de Kate? ¿Cual te gusta más de los que hemos sacado en las fotos? Seguro que tienes mucho que comentar.