Gommage

Peeling en inglés, gommage en francés, o exfoliante en español, puedes decirlo como quieras, pero no te olvides de él. La exfoliación de la piel, la de tu rostro, pero también la de tu cuerpo, es un paso importante en tus cuidados de belleza. Y en verano también, abajo el falso mito de que si exfolias tu piel en verano pierdes el bronceado. Nada más lejos de la realidad, muy al contrario, si quieres un bronceado luminoso y duradero debes exfoliar tu cuerpo con regularidad e hidratar la piel constantemente. No sólo no acabarás con el bronceado, sino que preparas la piel para que el moreno se asiente mejor y dure más tiempo.

Y una vez pasado el verano, exfoliando la piel regularmente, evitarás la descamación que se produce cuando el bronceado empieza a desaparecer.

La piel se regenera naturalmente cada 28 o 30 días, y con la exfoliación promovemos una verdadera regeneración epidérmica, porque eliminamos por completo las células muertas que quedan adheridas a la capa superficial de la piel. Así impediremos que se cree un escudo y permitiremos que entren los principios activos que se le aporten con los cosméticos. La exfoliación también permite una mayor oxigenación a nivel celular, lo que previene el envejecimiento prematuro de la piel, además, se activa la circulación.

Puedes recurrir a la grandísima variedad de exfoliantes corporales que existen en el mercado, a todos los precios, o crear tu propia exfoliante en casa. Si estás en la playa, qué mejor que utilizar: 3 tazas de sal marina fina, ¾ de taza de aceite de oliva y la misma cantidad de aceite de almendras dulces y 3 gotas del aceite esencial que quieras. También puedes hacer el exfoliante a base de yogur, que contiene ácido láctico que hidrata y humecta la piel. Sólo  necesitas 1 yogur y medio y un puñado de polenta. ¿Cuál es tu receta casera?

Y si estás perezosa, y quieres que te lo den todo hecho, te propongo tres exfoliantes. (más…)

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