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Fotografía de Neil Craver

Estoy segura de que a estas alturas de vida tienes clarísima la importancia de hidratarte correctamente antes, durante y después de un esfuerzo físico. Pero, ¿sabías que la deshidratación podría mermar tu rendimiento cognitivo así como generarte estrés?

Así es, amiga. Una correcta hidratación influye en el buen funcionamiento del cuerpo y de la mente. El conjunto de procesos mentales que intervienen en la inteligencia y el pensamiento sufre alteraciones como consecuencia de la deshidratación. La memoria, el aprendizaje, la capacidad de atención, etc. pueden disminuir por la falta de líquidos, sobre todo cuando el cuerpo sufre pérdidas de más del 2%.

Lo que nos faltaba añadir a nuestros días de vuelta al trabajo.

La Dra. Ana Adan, investigadora del departamento de Psiquiatría y Psicobiología Clínica de la Universidad de Barcelona e investigadora principal del estudio Performance, nos aconseja lo siguiente:  Si bien el agua es el elemento por excelencia utilizado en el mundo para hidratarse, pensar en introducir el consumo de café con hielo así como refrescos de té o cola puede ser buena opción, ya que en estos se combina la ingesta de líquido junto a cafeína a dosis responsables para beneficiarse además de efectos estimulantes cognitivos.

Fernando Marcos

Fernando Marcos

Asimismo, los expertos recomiendan dosificar las horas de estudio o de trabajo, propiciando los descansos programados con el fin de que el cerebro recupere toda su capacidad funcional. Cada dos horas puede ser muy positivo hacer un pequeño descanso y aprovecharlo para hidratarse, recomienda la Dra. Ana Adan.

La hidratación no sólo permite mantener las constantes vitales de nuestro organismo, sino que también permite tener controlados los niveles de estrés, que tanto se disparan en esta época.

Así lo corrobora un estudio publicado en abril de este año en la revista científica “The Journal of Neuroscience”, en el que se concluye que “una correcta hidratación favorece la respuesta al estrés y la conducta social”.

 

Si te confiesas fan de la cafeína, estás de enhorabuena. Sus propiedades estimulantes pueden ayudarnos a mejorar la atención y a reducir las consecuencias de situaciones que conllevan fatiga mental y física.

 

Pipilotti Rist

Pipilotti Rist

 

También existen algunas evidencias de que la destreza psicomotora puede mejorar tras el consumo de cafeína, en especial en circunstancias deficitarias para una correcta ejecución. Los beneficios en atención y psicomotricidad se producen ya con la administración de dosis bajas en situaciones deficitarias de activación, como es el caso de sujetos fatigados, con déficits de sueño y trabajadores en turno de noche.

 

La cafeína, consumida tanto a partir de preparados como el café, el té o los refrescos de cola o en presentaciones farmacéuticas, tiene aceptada la indicación de estados de somnolencia, astenia, fatiga o agotamiento, tanto sean éstos de tipo físico como psíquico, resume la Dra. Adan.

Eso sí, recuerda siempre consumirla con moderación para aprovechar al máximo sus efectos beneficiosos (y ninguno de los maliciosos, como el nerviosismo o el insomnio) y tener siempre a mano tu botella de agua. Un vasito de agua extra no nos hará más inteligentes, pero sí nos ayudará a mantener el organismo en las condiciones óptimas.