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Foto de Olivier Valsecchi

Supongo que conocerás A-Derma por sus líneas de tratamiento para problemas específicos en la piel. Sobre todo por su especialización en pieles atópicas -y su gama Exomega-, ese trastorno de la piel que parece que cada vez está más extendido, sobre todo entre los niños. Pero no sólo sus productos se preocupan por esta dolencia, también sus escuelas de dermatitis atópica. A-Derma, creada en 1977, es la marca de los Laboratorios Pierre Fabre que vincula el cuidado de la piel con el respeto a la naturaleza.

De un tiempo a esta parte, la firma ha empezado a tener, cada vez más presencia, en el mundo de la dermocosmética, con productos para el cuidado del bebé con Primalba; otros para el cuidado e higiene de toda la familia; o Sensifluid, la gama de productos desmaquillantes y de limpieza facial.

La protagonista, el ingrediente base, de todos los productos A-Derma, es la Avena Rhealba que se cultiva y cosecha según la Phytofilière Pierre Fabre, para asegurar una trazabilidad perfecta y una eficacia 100% segura. Como nos ha contado esta mañana en la presentación de las nuevas líneas Mª Carmen Vallejos, Jefa de Producto A-Derma, hay más de 80 variedades de Avena, pero ellos eligieron la Avena Rhealba además de por sus propiedades, por su elevada resistencia ante las agresiones externas, lo que permite que no sea necesario utilizar pesticidas ni insecticidas en su cultivo.

Hasta ahora, utilizaban el grano de esta variedad de avena, pero en 2009 sus investigadores descubrieron el extraordinario potencial de la plántula de Avena Rhealba, es decir el brote joven. Vieron que el brote joven, de entre 10 y 12 semanas -mucho antes de que se forme la espiga-, tiene la mayor concentración de principios activos posible, mucho más que el grano.

Con la plántula como principal ingrediente comenzó su irrupción definitiva en el mundo de la dermocosmética femenina y  formularon Sesiphase AR, para las pieles propensas a las rojeces. Ahora, llegan al mercado, y de ello nos han hablado hoy, dos nuevas líneas para las pieles deshidratadas: Hydralba y Nutrialba.

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Imagen cortesía de Pierre Fabre

El ingrediente principal de estas dos nuevas gamas son estos brotes verdes y jóvenes –no de la economía, sino de la Avena Rhealba– y más concretamente el complejo Rhealbosa, que se cultiva en Francia bajo las normas de agricultura biológica, en campos alejados de cualquier riesgo de contaminación, sin utilizar productos químicos y contribuyendo al equilibrio de los suelos.

Hydralba ofrece hidratación diaria ante las agresiones externas –estrés, frío, contaminación…- y ayuda a restaurar el equilibrio hídrico de las pieles deshidratadas, frágiles o delicadas, que en un momento dado puede ser la piel de cualquiera de nosotras.

Hydralba se ha formulado en dos texturas, crema hidratante rica para la piel seca y otra ligera para las pieles normales y mixtas. Además del extracto de plántulas de Avena Rhealba, contiene vitamina E, y glicerina de origen vegetal; y la fórmula rica también contiene aceite de origen vegetal. La textura de ambas es realmente ligera -algo que si tenéis la piel grasa como yo agradeceréis-, se absorbe al momento y tienen un ligero aroma a jazmín.

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Imagen cortesía de Pierre Fabre

Nutrialba es la gama de cuidados nutritivos pensada para proteger y devolver la elasticidad a las pieles secas o muy secas. Al contrario que la piel deshidratada, la piel seca carece de agua y lípidos de forma permanente. La consecuencia de este déficit es una pérdida excesiva de agua y aparece tirantez, rugosidad, escamas y pequeñas arrugas.

Nutrialba aporta a la piel ácidos grasos esenciales de origen vegetal procedentes de la manteca de karité y del aceite de cártamo; y ayuda a la piel a captar el agua que necesita gracias al complejo de Rhealbosa. Esta línea está disponible, también, en dos texturas, una para pieles secas y otra para las muy secas.

Precio Hydralba: 14,40 euros / 40 ml.

Precio Nutrialba: 26,80 euros / 50 ml.