"Mujer", de Albert Oehlen

Últimamente he recibido un par de informaciones sobre un tema fascinante que no me era del todo desconocido: la medicina genómica.

Mi primer contacto con la “genoquéeee” fue hace unos tres años, a través de la web 23andme, alojada en ese limbo fuera de toda ley –y que se mantenga así toda la vida, a cuenta del criterio individual- que es internet.

De su veracidad no opino porque no es el tema. Nunca mandé mi saliva a California, pero sirvió para implantar el término en mi baqueteado cerebro e investigar un pelín en su día.

Básicamente, la medicina genómica integra la genética en la medicina tradicional. Define mediante un análisis genético cuál es tu predisposición personal a padecer determinadas enfermedades, a título preventivo y paliativo.

En el mejor de los casos –aquí es donde ya no llegan las páginas de internet-, una vez cartografiado tu mapa genético, un especialista en la materia traduce todo ese intrincado lenguaje de genes al que manejamos el común de los mortales, y de manera clara y específica, te dalos códigos de uso sobre esa valiosa herramienta que ahora posees. La clave es la personalización del tratamiento. No valen normas generales, se aplica lo que realmente necesitas.

Hay que tener una cosa clara: no se trata de determinismo ni de una condena. No es una espada de Damocles pendiendo sobre tu cabeza, es, sencillamente una información útil a muchos niveles. Es poder de actuación, de prevención y de paliación.

El tema es francamente interesante y revolucionario, en tanto que sitúa a la persona en un nivel mucho más activo acerca de su propia realidad. Es un paciente que sabe, que tiene la capacidad de anticiparse a los hechos. Como dijo Claude Bernard, “no hay enfermedades, sino enfermos”. El tipo de enfermo que eres marca en gran medida el daño que te hará tu enfermedad, no te descubro nada nuevo.

También es interesante en un entorno más amplio, puesto que el uso del medicamento adecuado desde el minuto cero, o aún mejor la evitación de ese uso, supondría un ahorro importante al sistema sanitario.

Incluso puedes aplicar la medicina genómica según tu código de valores. Los resultados del test abarcan datos como la predisposición a padecer enfermedades cardiovasculares, alzheimer, parkinson, cáncer… Y otros con connotaciones más frívolas, como tu sensibilidad al fotoenvejecimiento, la actuación de los radicales libres en tu piel o si debes suprimir o no los hidratos de carbono en tu dieta de adelgazamiento.

Esta mañana he asistido a una charla impartida por el Doctor Jose Ignacio Lao, auténtica eminencia en la materia, a cuenta de la apertura de Genomic Genetics, un centro privado que se instalará en nuestro país en Barcelona, y también en Madrid en el Instituto Javier de Benito en USP Dexeus.

El Doctor José Ignacio Lao

El Doctor Lao ha sido conciso en la transmisión del concepto: “se trata de localizar las minas en un campo minado para saber por dónde hay que andar. No hay individuos perfectos, todos tenemos predisposición a determinadas enfermedades. Igualmente, todos podemos potenciar aquellos aspectos que nos son favorables genéticamente”.

Los candidatos idóneos son aquellos que quieran ahondar en algún aspecto de su salud, por ejemplo porque la enfermedad se dé repetidamente en su familia. Puesto que la aplicación es preventiva, es importante partir de un estado de salud general. No hay límite de edad, pero lógicamente lo mejor es hacerlo cuanto antes. “En la adolescencia sería lo ideal”, aconseja Lao.

Él mismo tutelará los tests que se realicen en Genomic Genetics y conducirá al paciente por su campo minado.

Más información y precios en: www.genomicgenetics.com

Paralelamente, y en la Clínica Diagonal de FIATC en Barcelona, llega Eugenomic, una aplicación informática desarrollada por especialistas españoles. Al frente se halla el Dr. Juan Sabater Tobella, bioquímico y presidente del centro de asesoramiento en Medicina Personalizada Genómica Eugenomic. El proyecto nace con la vocación global de poner al alcance de médicos y otros profesionales de la sanidad los recursos, formación y conocimientos para llevar a cabo esta medicina del futuro.

g-Nomic es un software único e innovador para evitar las reacciones adversas a los medicamentos. En un contexto en que uno de cada tres pacientes no responde a los medicamentos que se le administran, y en muchos casos éstos le producen efectos adversos, Eugenomic ha desarrollado, en su página web www.eugenomic.com, una aplicación informática única, g-Nomic, para ayudar al médico a prescribir adecuadamente el fármaco y la dosis en función de los genes del paciente y los fármacos que toma o se le van a administrar, relacionados a su vez con sus hábitos de vida. Esta novedosa aplicación, que ha requerido más de 3 años de estudio y desarrollo, está diseñada para que el médico pueda tener acceso a ella en cualquier momento y desde su consulta o desde cualquier lugar con acceso a internet.

Gracias a la aplicación informática g-Nomic, por ejemplo, pacientes que toman un anticoagulante oral que en una primera fase puede causar hemorragias, recibirán la dosis correcta según sus genes desde el inicio del tratamiento, con menor riesgo de hemorragias y menos controles analíticos. O también, por ejemplo, en el caso del tratamiento quimioterápico del cáncer, permite ajustar la dosis de los fármacos para que ejerzan el máximo efecto terapéutico con el mínimo de reacciones adversas para el paciente, de acuerdo con sus genes.

 ¿Mola o no vivir en el Siglo XXI? Bienvenida a la medicina del futuro, hoy.