Siempre me ha hecho gracia la reacción de la gente cuando caen cuatro gotas. El personal en pleno corre a refugiarse bajo cualquier soporte para mirar hacia arriba con una expresión mezcla de pánico ante lo indescriptible, fastidio, incluso un poquito de asco… Los valientes que continúan andando bajo la lluvia son objeto de incredulidad y condescendencia. Se genera un mundo de sensaciones. ¡Si sólo es agua cayendo hacia abajo, parafraseando el chiste!

Mi santísima madre, con la mejor de las intenciones, suele tenerme al día de las características climáticas de turno, supongo que teniendo en cuenta mi condición de madre y para que sepa si conviene montar un plan outdoor o indoor. Para qué negarlo, también me hace mucha gracia –gracia pillina de hija- recibir el parte meteorológico en casa, más cuando yo me conformo con el arcaico sistema de mirar al cielo para ver qué tengo hoy sobre mi cabeza.

A quien sí le importa y mucho el tiempo que haga es a nuestra piel. La muy ladina cambia por completo de verano a invierno, y la misma crema que te hace juego a 35º, no es suficiente a -5º.

¿Sabes qué crema necesitas en invierno?

Cuando bajan las temperaturas necesitamos hidratación y nutrición en profundidad, cremas ricas, untuosas, que hagan efecto “grasa de salmón” para un esquimal. Esto último no es nada científico sino una licencia que me permito por friolera y por “piel seca”.

Precisamente porque mi piel sufre en invierno, estoy encantada con mi último descubrimiento cosmético: la marca francesa Thalgo. Tiene cuarenta años de historia y está en España desde 1986, así que me siento como si de repente descubriera a ‘los Rolling’. Bien está subsanar lagunas.

Formulada con activos marinos riquísimos como los de las algas, de eficacia más que probada, Thalgo ha desarrollado una gama de productos específicamente concebidos para nutrir, reparar y devolver el confort perdido a aquellas pieles que tienden a perder su manto lipídico en el crudo invierno.

Son productos profesionales para uso en cabina pero también se venden a “nivel usuario”.

La gama comprende lo siguiente:

  • Crema Confort Gourmand

Altamente nutritiva, esta crema está enriquecida con Manteca de karité hidratante y reestructurante. Auténtica golosina para la piel, esta crema le devuelve instantáneamente suavidad y confort. 47,90 euros, 50ml.

  • Crema Confort Extrême, de Thalgo

De una riqueza excepcional, esta fórmula “agua/aceite” está enriquecida con Omega 3 y 6, y aceites reestructurantes. Profundamente reparadora, aporta a la piel una sensación de confort inmediato. 50,20 euros, 50ml.

  • Mascarilla Fundente-Confort Inmediato, de Thalgo

Al momento de aplicarla, esta mascarilla se funde en contacto con la piel, proporcionándole un auténtico baño de nutrición. Perfectamente saciada, la piel vuelve a descubrir el significado de las palabras elasticidad y suavidad, olvidándose al instante de las sensaciones de tirantez y de incomodidad. 30,90 euros, 50ml.

Los principales activos de la línea son el complejo algomega, compuesto por Omega 3 y 6 (ya sabía yo que la gracieta de la grasa de salmón no iba desencaminada) y activos vegetales, como el aceite de rosal silvestre y la cera esencial de narciso.

Todo destinado a crear un escudo de protección de super heroína contra las inclemencias climáticas.

Puedes encontrar los productos de Thalgo en spas, hoteles y centros de estética de gama alta.