Foto de Parke Harrison. La cosa está en pasar de esto a la segunda foto…

La verdad es que siempre que me llega alguna –bienintencionada- información sobre la felicidad, su escurridiza apariencia, la manera de alcanzarla y conservarla, y todas esas cositas, me viene a la cabeza la cancioncilla de Joy en la divertidísima “Happiness” (Todd Solondz, 1998) sobre la sensación de marras. No os perdáis el descriptivo momento en que te cuentan todo sobre el desdichado -pero entrañable- personaje a través del barrido por su habitación:

https://www.youtube.com/watch?v=ZDLnwS8JE2k

La felicidad mola, hablar de ella y, sobre todo, aleccionar a los demás con sus claves, tiene demasiadas veces algo de libro de autoayuda cochambroso que apetece estampar contra una pared. Por lo menos a mí y a menos que lo escriba Punset 😉

Por eso me han gustado los sensatos tips del curso que se imparte en Harvard sobre la felicidad, asignatura esencial a la que convendría hacer hueco en todos los cursos lectivos.

Vamos a verlos uno por uno y comprobamos si coinciden con tus propios trucos para ser feliz.

1-      Practica algún ejercicio(caminar, ir al gimnasio, bailar, yoga, natación, etc): Los expertos aseguran que hacer ejercicio es igual de bueno que tomar un antidepresivo para mejorar el ánimo.  30 minutos de ejercicio es el mejor antídoto contra la tristeza y el estrés.

Coincido tanto, que con este consejo yo he conseguido hacerme insoportable a mis amigos de tanto repetirlo. Yo voy al gym por no ir al psiquiatra, es más barato y además tiene beneficios fantásticos como que los vaqueros de hace diez años sigan quedando como un guante.

2-      Desayuna: algunas personas se saltan el desayuno porque no tienen tiempo o porque no quieren engordar. Estudios demuestran que desayunar te ayuda a tener energía, pensar y desempeñar exitosamente tus actividades.

Este es otro bien majo, y más si tienes el tiempo para deleitarte. El mejor desayuno debería incluir fruta, cereales integrales, proteína y algo de grasa en medidas razonables. Levántate diez minutillos antes y prepárate un opíparo desayuno, verás cuánto lo notas cuando estés apagando fuegos más tarde.

3-  Agradece a la vida todo lo bueno que tienes: escribe en un papel 10 cosas que tienes en tu vida que te dan felicidad. Cuando hacemos una lista de gratitud nos obligamos a enfocarnos en cosas buenas.

Hace tiempo que un amigo me recomendaba éste –y yo, caso omiso, porque me daba vergüenza sólo de imaginarme a mí misma haciendo una cosa tan Amelie

Lo que sí hago es una solución alternativa que consiste en elaborar “la lista blanca” mentalmente antes de dormir. Ni la melatonina me proporciona un sueño tan reparador. Pruébalo.

4-      Ser asertivo: pide lo que quieras y di lo que piensas. Está demostrado que ser asertivo ayuda a mejorar la autoestima. Ser dejado y aguantar en silencio todo lo que te digan y hagan, genera tristeza y desesperanza.

Hay un dicho popular la mar de expresivo que resume la idea: “encima de puta, apaleada”. Pues tú, ni lo uno ni lo otro, hazte respetar y tendrás relaciones equilibradas.

5-      Gasta tu dinero en experiencias no en cosas: un estudio descubrió que el 75% de personas se sentían más felices cuando invertían su dinero en viajes, cursos y clases; mientras que sólo el 34% dijo sentirse más feliz cuando compraba cosas.

Efectivi. Esas clasecitas de piano o de teatro que siempre te han apetecido, ese viaje a China con un petate y dos bragas como único equipaje…

6-      Enfrenta tus retos: no dejes para mañana lo que puedes hacer hoy. Estudios demuestran que cuanto más postergas algo que sabes que tienes que hacer, más ansiedad y tensión generas. Escribe pequeñas listas semanales de tareas a cumplir y cúmplelas.

Sí, procrastinar mola –sobre todo desde el punto de vista fonético-, pero al día siguiente te espera lo de hoy y lo de ayer haciéndote un corte de mangas.

7-      Pega recuerdos bonitos, frases y fotos de tus seres queridos por todos lados. Llena tu nevera, tu ordenador, tu escritorio, tu cuarto… tu vida, de recuerdos bonitos.

Esto en realidad doy por sentado que todos lo hacemos. Tan bonitas esas casas llenas de memoria.

8-      Siempre saluda y sé amable con otras personas: más de cien investigaciones afirman que sólo sonreír cambia el estado de ánimo.

En  esto de sonreír aunque no apetezca siempre insiste mi querido Punset, puesto que la sonrisa “forzada” activa las mismas conexiones neuronales que la real y al final terminas con una sonrisa sincera de oreja a oreja. Me sigue costando si no tengo ganas.

9-      Usa zapatos que te queden cómodos: “si te duelen los pies te pones de malas” asegura el Dr. Keith Wapner presidente de la Asociación Americana de Ortopedia.

Esta me encanta y es tan cierta tras dos horas de taconazos

10- Cuida tu postura: caminar derecho con los hombros ligeramente hacia atrás y la vista hacia enfrente ayuda a mantener un buen estado de ánimo.
11- Escucha música: está comprobado que escuchar música te despierta deseos de cantar y bailar, esto te va a alegrar la vida.

Y lo bueno es que si quieres bajona, también hay mucho material. Viva la música.

12-  Lo que te comes tiene un impacto importante en tu estado de ánimo.
a) Comer algo ligero cada 3-4 horas mantiene los niveles de glucosa estables, no te saltes comidas.

b) Evita el exceso de harinas blancas y el azúcar.
c) ¡COME DE TODO!

13- Siéntete guapo: el 41% de la gente dicen que se sienten más felices cuando piensan que se ven bien. ¡Arréglate, ponte guapo y veras!

De hecho, a veces sabes cuándo alguien está mal por su repentina dejadez física.

Y para cerrar, os recomiendo con furia que veáis los vídeos en Youtube de Emilio Duró sobre Optimismo e Ilusión. Todo un chut de entusiasmo vital.