Zdzislaw Beksinski

 

¿Celebras San Valentín de algún modo especial? ¿Eres de las que se curran cada año una sorpresa mayoro siempre regalas lo mismo? Quizá te cuentes, por el contrario, entre sus detractoras, esgrimiendo el consabido argumento de la comercialidad de la fecha –con razón incuestionable-

La casa Lush se posiciona a favor de los solteros “porque ellos quieren”, listos para ser besados en cualquier momento, capaces de dar y recibir amor, pero con un primer objetivo en mente: el disfrute sensorial a través de la cosmética natural. Su propuesta rompe una lanza a favor de San Solterón y presenta una preciosa línea de productos con formas muy amorosas y olores embriagadores.

Mis favoritos:

Love Potion, una barrita de masajecuya botella contiene un hechizo infalible.

Derrítela entre tus manos. Las mantecas de Karité y de cacao te ayudarán a deslizarla con facilidad sobre la piel.

Elaborado con una infusión de flor de manzana, hierba de limón, canela y un toque de clavel, esta mezcla es una reminiscencia de la fruta prohibida que promete hacerte vivir un gran romance… O por lo menos un fogoso encuentro -¿por qué lo llamarán amor…?- Todo, por el modiquísimo precio de 8,50 euros.

Otra de las golosinillas de San Solterón es TistyTosty, el único conjuro de amor que se disuelve en la bañera. Sumerje todo tu cuerpo y espera que la magia se haga realidad. Su sensual y sutil perfume es de absoluto de rosa turca, una de las sustancias más difíciles de obtener del mundo, sumada al polvo de raíz de Iris Florentina.

Los 7 capullos de rosadesencadenan “el conjuro”, y lo bueno es que genera placer tanto si te bañas acompañada como sola. Ya sabes, hay que quererse a una misma.

Su precio es 4,95 euros.

Para completar la experiencia del baño, nada como pinchar algo de música, encender una vela… y respirar hondo y lentamente.

Diptyque lanza para la ocasión una vela en edición limitada: Rosa Mundi. Un nombre que suena… a rosa antigua, descendiente de la famosa Rosa Damascena… a historia de amor convertida en leyenda con el paso de los siglos.

 Cuentan que el nombre de esta variedad fue inspirado por Rosamund Clifford, una mujer de gran belleza, amante oficial del rey Henrique II de Inglaterra. Llamada Rosamund la Justa o Rosa del Mundo, fue envenenada en 1176 por la esposa del rey, Leonor de Aquitania, enloquecida por los celos. Desgarrado por el dolor, inconsolable para siempre, el rey quiso que se siguiera recordando a la mujer que tanto había amado. Así pues, cada aniversario del día en que se conocieron, exigió que se cubriera su tumba de esta variedad de rosas tan particular.

Una fragancia que sorprende… Al mismo tiempo calmante, romántica y explosiva. El núcleo de la fragancia se compone de dos de las flores más preciadas del mundo de la perfumería: la Rosa Centifolia (o Rosa de Mayo) y la Rosa Damascena (o Rosa de Damasco), cuyas notas opulentas las convierten en ingredientes excepcionales. La composición olfativa de la vela ha sido concebida para celebrar los diversos aromas de la rosa, en estado natural, con el paso de los días y de su floración.

Para sublimarla, la grosella y la bergamota aportan al principio un aroma fresco y explosivo, templado por la nota afrutada del lichi, que acentúa la sensación aterciopelada de la rosa. El geranio destaca la frescura natural de esta flor, mientras que, de fondo, las notas redondas de madera que aportan los musks blancos, las pinceladas de cuero y musgo del cedro, y los toques dulces de la miel, refuerzan el lado carnal de la fragancia.

La vela sale a la venta este enero a un precio de 50 euros.

Pasando a la celebración en pareja comme il faut, prácticamente en todos los centros de belleza encontrarás alguna suculencia a mayor glroia de San Valentín.

En Estética Lostao proponen un masaje a dúo en rostro y cuerpo culminado por cava y bombones.

1.   Comienza con el Ritual de Bienvenida: un agradable masaje con aceites esenciales que relaja cuerpo y mente.

2.   Se desmaquilla y se hace una limpieza de rostro, cuello y escote a través de un masaje drenante.

3.   En la posición de decúbito prono se comienza con un masaje energético en espalda, piernas y pies. Durante 30 minutos se aplican técnicas de kinepsis y reequilibrio de chakras.

4.   Después, se pasa a la posición decúbito supino y se realiza un masaje en piernas, abdomen y tórax durante otros 30 minutos.

5.   A continuación comienza el masaje drenante en el rostro. Durante 30 minutos se ejercen maniobras de desintoxicación para descongestionar y relajar el óvalo facial.

6.   Para finalizar, se hace un masaje de digitopresión y relajación en el cuero cabelludo mientras se deja caer gota a gota un preparado a base de infusión de menta y aceite.

Dos horas de tratamiento a un precio de 280 euros.