Nicoletta Ceccoli

El veneno de las abejas, también llamado apitoxina, se ha usado terapéuticamente en todas las civilizaciones desde hace más de 3.000 años. El veneno de las abejas –ojo, abejas no avispas– sirve para tratar más de 50 enfermedades, entre ellas las que afectan a los huesos y al sistema respiratorio. Tiene una capacidad antiinflamatoria 100 veces superior a la de la cortisona y también tiene un gran poder antibiótico. El uso más conocido y difundido es en reumas de todo tipo -artritis deformante, artrosis, gota, fiebre reumática…-, en 2004, un equipo de investigadores coreanos desveló que el veneno de abeja era capaz de aliviar la enfermedad reumatológica.

Otros investigadores están centrando sus estudios en la melitina, una de las toxinas presentes en el veneno de las abejas, para tratar el cáncer de piel o de mama.

Sus propiedades como podéis ver no son ninguna tontería ni nada nuevo, pero no es algo que haya trascendido demasiado. Ahora, basta que empiece a correr el rumor de que el veneno de estos insectos, es el secreto de belleza de Kate Middleton, para que todos pongamos nuestros ojos en él. (más…)

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