Foto de Julia Fullerton-Batten

¿Cuántas horas a la semana caminas por el mundo subida en unos tacones? Los tacones siguen siendo un símbolo de feminidad y para muchas mujeres, algo importante tiene que pasar para que salgan sin ellos, o para que se bajen de los tacones antes de llegar a casa. No renuncian por nada del mundo a esos centímetros de más que estilizan su figura y hacen más sinuoso su caminar, a esos complemento de auto-castigo femenino que no dejan a los pies indiferentes. Muchos médicos los catalogan como un accesorio más propio de masoquistas, porque los zapatos de tacón esconden en la mayoría de las ocasiones pies doloridos y deformados.

Según un estudio publicado por la revista American Physiological Society, utilizar tacones de más de 5 centímetros más de 40 horas semanales, provoca que a los 2 años, empiecen a aparecer lesiones en los pies.

Los autores de la investigación -de la universidad finlandesa de Jyväskylä-, explican que se sabía que el uso frecuente y prolongado de tacones altos acorta los músculos de los gemelos y aumenta la rigidez del tendón de Aquiles, pero no se habían estudiado apenas las consecuencias de estos cambios.

Patrick Cornée

El estudio se realizó en 19 mujeres: 9 llevaron tacones de un mínimo de 5 centímetros durante más de 40 horas semanales; mientras que las 10 restantes, apenas los usaron durante 10 horas. Las pusieron a caminar y observaron el comportamiento de los músculos (reacción del tobillo, la dislocación de la rodilla, la resistencia de los tríceps, la longitud de los músculos del gemelo…) durante el paseo.

Entre lo que observaron: la tensión muscular es mucho mayor y la capacidad de rotación del tobillo se reduce lo que hace que se pierda flexibilidad, aumente la tensión de los músculos de la zona y el riesgo de lesiones. Caminar con tacones modifica también la manera de andar: la posición de la espalda tira hacia delante. Esto hace que, con el tiempo, se produzcan modificaciones estructurales y afecte: en tobillos, rodillas, cadera y columna vertebral. También puede contribuir al desgaste del cartílago que existe en las articulaciones. Al acabarse este cartílago, los huesos rozan unos con otros generando desgate de los mismos. Esta enfermedad es conocida como osteoartritis.

Tampoco hay que olvidar los problemas más visibles como son callosidades y juanetes: los tacones hacen que el talón se eleve y todo el peso caiga sobre la parte delantera del pie y en los huesos metatarsianos más concretamente.

'Languishing', de Rodney Smith

Los expertos recomiendan el uso de tacones una o dos veces por semana. A diario aconsejan utilizar zapatos cómodos, con un tacón que no supere los 2-3 centímetros, que tengan una plantilla blanda y una horma adecuada que no apriete. Porque los zapatos excesivamente planos tampoco son buenos –volvemos como siempre al tema de la mesura, del término medio- reparten peor las presiones entre la zona anterior y posterior del pie, lo que produce sobrecargas sobre todo a nivel del talón.

Los zapatos de tacón son especialmente nocivos en chicas jóvenes -14 o 15 años- todavía en período de crecimiento, mujeres embarazadas y personas con algún problema de columna añadido porque sus vértebras son más propensas a sufrir deformaciones.

Pero esta advertencia no es nueva, buscando información, descubro una noticia sorprendente: ‘Una investigación sanitaria descubre que hace más de 100 años, los especialistas advertían de los peligros para la salud de los pies de los tacones altos’. En el número 1.895 el 28 de mayo de 1909 del diario La Voz de Alicante, se podía leer: ‘El tacón alto modifica de tal manera la posición natural del pie, que los músculos de las pantorrillas dejan de funcionar, y todo el trabajo, al andar, recae sobre los músculos del muslo’.

¿Eres de las que no puede vivir sin tacones?