Tradicional y canónicamente, entendemos que la elección del maquillaje debe pasar por un posicionamiento de partida concreto: ojo o labio.

Playa o montaña, escote o minifalda, postre o tipazo, la vida está llena de engorrosas disyuntivas que exigen una determinación firme y definitiva, sin arrepentimientos ni miradas atrás. ¿En todos los casos? Por fortuna, no literalmente. Siempre se puede hacer un personal batiburrillo que combine todo adecuadamente. Lo importante es conocerse bien y saber qué y cómo se quiere. Por ejemplo, si te levantas con la idea de lucir un look de labio marcado y potente que atraiga todas las miradas.

El primer paso es preparar bien las mucosas para que acojan y reflejen el color elegido en todo su esplendor.

Una exfoliación suave frotando con un cepillo de dientes basta para retirar las pielecitas muertas, tan habituales en climas secos.

A continuación, te recomiendo que te apliques un buen producto hidratante específico para dejarlos nutridos y jugosos. El que te vaya bien. Si te queda exceso, retíralo con un tisú y a continuación enfréntate a la verdad. Mírate al espejo, ponte la mano en el corasonsito y sé franca contigo misma. ¿Cómo son tus labios? ¿Finos, gruesos, bien dibujados? ¿Cuál es el color de tu piel, de tu pelo, de tus ojos? La elección del tono y del acabado en mate o brillo dependerá de la sinceridad de tus respuestas.

Si tienes los labios finos y quieres que se vean más voluptuosos, el perfilador de labios cobra especial importancia.

Un buen dibujo ligeramente por encima de tu contorno natural te ayudará a hacer que se vean más grandes. Antes, aplica un poco de base de maquillaje para unificar el color de los labios y que el labial posterior dé la sensación de volumen apetecida.

Elige un tono alegre que te anime el rostro. El mejor truco para encontrar el color exacto es acercarlo a la piel sin nada de maquillaje. Aquel que resalte tus colores naturales (piel, ojos y pelo) es el adecuado. Aplícalo con un pincel para asegurarte de que cubres en su totalidad la superficie del labio. Para terminar, un toque de labial algo más oscuro en la parte central para dar efecto de boca “mordida”. Un toque de gloss sobre este punto y una piel poco trabajada en apariencia pero muy lisa, que el contorno ayude a destacar tu labio.

Fíjate en los ejemplos de Jodie Foster y Rooney Mara, bellas poseedoras de labios finos.

 

Si por el contrario los tienes demasiado voluminosos y sobresalientes, tienes varias opciones. Atraer la mirada hacia los ojos es una de ellas, y dejarlos naturales y mate, otra. Elige un tono claro, difumina las comisuras para desdibujarlos y eliminar algo de volumen.

Las texturas en brillo cubriendo el labio en su totalidad te servirán para marcarlos sin que se destaquen estentóreamente. En este caso, fíjate, por ejemplo, en el labio que llevan Angelina Jolie, Mónica Bellucio Scarlett Johansson cuando van naturales.