Excelente maquillador y peluquero, Shu Uemura, nos dejó una bella herencia, en color por su maravilloso legado al mundo del maquillaje, y también con su cosmética facial y capilar; esta última recién estrenada en España. En Japón, todo maquillador es también peluquero y aquí en España me atrevería a decir lo mismo, aunque hay maquilladores que realmente le hacen ascos al tema pelo. Soy de la opinión que el maquillaje, el peinado y la moda deben ser un todo con sentido global.
La filosofía de esta marca debería ser común a todas las marcas de cuidado capilar y en sintonía con la frase del recordado samurai de la belleza: Un peinado bonito comienza por un cabello bonito. O dicho de otra manera: si nuestro cabello no está sano da igual el peinado.
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Eric Zemmour peluquero especializado en los rituales Shu Uemura en Francia realiza este maganífico shooting para L´Oréal Professionnel de su colección Somptueux primavera-verano 2012
La firma está apadrinada por L´Oréal desde el año 2000 y convive junto al lujo de Kerastase y Keraskin, L´Oréal Professionnel, Matrix, Redkeno las lacas de uñas que no de pelo: Essie, todas las marcas son exclusivas de salones de peluquería. La japonesa Shu Uemura tendrá una distribución muy selectiva y estará sólo en los más exclusivos, los top de los top.
La Condesa de Castiglione, por Louis Pierson
Buenos días.
Bienvenida a otro día lleno de actividades y horas de ordenador. Seguramente cuando te hayas mirado esta mañana en el espejo hayas visto un rostro somnoliento que se desperezaba poco a poco tras el agua fría. Pelo ‘out of bed’ sin necesidad de productos a tal efecto y los párpados un poco hinchados sobre unos ojos frescos.
Deja que pase el día tranquilamente haciendo tu vida y vuelve a mirarte al espejo. Céntrate en tus ojos. ¿Qué ves? Te cuento lo que veo yo cada noche –y cada x horas de ordenata-: ojos enrojecidos, cansados y secos, sufriendo bajo las gafitas de trabajar y deseando apagarse de una vez.
¿Te has visto en éstas alguna vez? Imagino que sí porque es bastante frecuente. Mi truco para devolver a mis baqueteados ojos la paz y el descanso, de paso que la mirada sandunguera, suele ser ponerme unos “parches” de algodón empapados en manzanilla. Fantástico si se dispone de 10 minutos –o más-
Si no dispongo de ellos y necesito tener mirada de lince en dos segundos, sigo el consejo que los maquilladores profesionales llevan aplicando desde hace casi 100 años: el colirio específico.
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