Ilustración de Jonás saliendo de la ballena

El mar sirve de inspiración para el mundo de la cosmética, algas para cremas antiedad, fangos para tratamientos corporales, agua de mar o caviar. Pero el universo de la perfumería también encuentra algunos de sus ingredientes en las profundidades marinas. Muchas fragancias incluyen, entre sus notas, el ámbar gris. Mientras que el ámbar amarillo es una resina vegetal fosilizada, el gris procede de un animal, por increíble que parezca, es una secreción intestinal del cachalote. Casi negro y viscoso, se queda flotando en el mar, donde el agua salada, el sol y el aire lo secan y lo oxidan, volviéndose gris y endurecido.

Suele encontrarse flotando en el mar o en las playas, aunque antes se conseguía tras la caza de la ballena, por eso siempre ha estado envuelto en la leyenda, por todo el imaginario de héroes que pasaron por el vientre de la ‘bestia’ y consiguieron salvarse, desde Jonás hasta Pinocho y Geppetto. Al estar en peligro de extinción, su venta fue ilegal en Estados Unidos y otros países hasta 2005, cuando se permitió la venta del que llegaba naturalmente a las playas.

Tiene un aroma muy discreto, fino y sutil, salado, a mar, a océano, de tabaco de liar. (más…)

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