Foto de una familia sentada a la mesa con máscaras antigás

Qué está pasando para que cada vez más niños tengan mil y una alergias, para que a nuestro alrededor tantas personas tengan que pelear contra el cáncer. Siempre pienso que algo estamos respirando, bebiendo y comiendo que está perjudicando a nuestro organismo. Parece que mis sospechas no son tan infundadas cuando continuamente nos enteramos de que algún compuesto con el que convivíamos, de repente, se prohíbe porque resulta que de inocuo no tenía nada y era tóxico o cancerígeno. Lo que está claro es que mis abuelos, que vivían en un pueblo, lejos de tanto químico, no tenían cerca tantas enfermedades.

Precisamente esto es lo que denuncia la Fundación Vivo Sano con la campaña Hogar sin tóxicos: la cantidad de tóxicos a los que estamos expuestos en nuestro hogar. La verdad es que los nombres ya dan bastante miedo, ftalatos, retardantes de llama, compuestos perfluorados, alquilfenoles, bisfenol A, metales pesados o compuestos orgánicos volátiles, son solo algunas de las sustancias con las que nos cruzamos a diario por los pasillos de casa y que están presentes en productos totalmente cotidianos de aseo personal, cosmética, limpieza, alimentos, muebles o menajeSustancias cancerígenas, que provocan problemas reproductivos, alergias, hipersensibilidad, neurotoxicidad…

La química invade nuestras vidas, los organizadores de Hogar sin tóxicos, que cuentan con el apoyo de Greenpeace, denuncian que estamos expuestos a más de 100.000 sustancias tóxicas cuyos efectos nocivos no son inmediatos pero se verán con el paso de los años, “un efecto cóctel de consecuencias imprevisibles”. Y el problema es que muchas veces estas sustancias nocivas, aparecen camufladas en el etiquetado.

Donde pone tensioactivos no iónicos puede haber, por ejemplo, alquilfenoles, entre los que hay sustancias que pueden ser tóxicos reproductivos. Aunque es muy raro encontrarlos en las etiquetas, muchos cosméticos cotidianos contienen ftalatos, las lacas de uñas, por ejemplo, asociados por diversos estudios a desarreglos tan diversos como feminización, pubertad precoz en niñas, alergias… El ejemplo más claro es el de los parabenos, el debate sobre si eran perjudiciales o no ha sido larguísimo, se llegó a decir que no eran tan malos como los pintaban, para al final, llegar a la conclusión de que es mejor evitarlos.

Por eso, la Fundación Vivo Sano ha elaborado una lista con doce peticiones dirigidas a las autoridades, entre ellas está la aplicación, “tal y como pide la comunidad científica”, del Principio de Precaución, según el cual no es necesaria la confirmación absoluta del riesgo para pasar a la acción, si el daño potencial así lo justifica.

En www.hogarsintoxicos.org podréis encontrar información sobre las sustancias tóxicas más comunes en los hogares, una información incómoda para muchos, pero necesaria para aquellos que queremos llevar una vida más consciente. Eso sí, cambiará la forma en la que veis vuestro querido ‘hogar, dulce hogar’.