Si no quieres dejar de creer en la magia de Los Magos de Oriente o Al- Andalus; como dice ahora este Papa twittero, comienza regalándote una ceremonia ritual a base de incienso y móntate tu propio altar casero. Luego llegará la belleza pragmática con dosis de oro y mirra.
Reserva un momento especial para mimar tu mente y gozar del aroma más sagrado. Elige granos de incienso puro, no sirve cualquier barrita de olor, erróneamente llamadas inciensos. Puedes utilizar un quemador de aceites esenciales o prenderlo con pastillas de carbón vegetal, que en muchas ocasiones venden junto al incienso en el mismo herbolario. Así eran los primeros perfumes (profumum), a través del humo y un poco a tu aire, resulta todo un ritual ancestral bastante purificador al que se le atribuyen propiedades para elevar el espíritu, entre otros poderes mágicos. Puedes aprovechar la ceremonia para meditar, relajarte y pedir un deseo de los que no se pueden comprar en las tiendas. Su aroma me hace viajar a una ceremonia chamánica mexicana a un templo budista o sentir que estoy de paso por una gran catedral esquivando el botafumeiro en Santiago de Compostela o admirando las vidrieras de la majestuosa Notre Dam. El poder de esta esencia ha sido ya medido científicamente por la neurociencia. Algo tiene.
¡Feliz Nochevieja, Feliz Año Nuevo y Felices Reyes Majetes!
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