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Pasados los 40, la cosmética antiedad no se ve de la misma manera que cuando tienes veinte o treintaytantos y empiezas a utilizarla como queriendo echar un pulso a los años en una inútil carrera contra el tiempo. Cuando era más joven y utilizaba cremas para más edad, en la mayoría de los casos, mi piel reaccionaba con un grano, como escupiendo el producto por excesivo, y queriéndome decir: cada cosa en su momento. Pero al final, el tiempo suele ganar la partida y llega la bendita hora de cumplir 40, 41, 42 y 43, incluso más. Entonces entras en el universo de las pieles maduras donde puedes usar con tranquilidad todo tipo de serums con efecto lifting y cremas reafirmantes, repulpantes y rellenadoras de arrugas, comprobando realmente su verdadero efecto. Justo en ese tunel del tiempo estoy ahora.

Los manuales de uso empiezan hablando de los mecanismos internos en declive, de la catastrofe celular, de la sequía metabólica y de un sinfín de efectos adversos que es mejor no leer para no empezar a somatizar más de lo debido. El envejecimiento ha llegado a tu rostro y el proceso continúa avanzando. Menos mal que después de hablar de todos los detalles más íntimos de nuestras perezosas células cutáneas y de su débil comportamiento prosigue una solución radiante, un nuevo elixir con selectos ingredientes, elegidos para ocupar el contenido de la nueva fórmula, dispuesta a desbancar a todas las anteriores.

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Como periodista de belleza que ha probado casi todos los lanzamientos desde hace varias décadas casi no tengo arrugas ni flacidez y debería tener menos aún. Debería tener la misma cara que el día de la comunión más o menos, pero es que el efecto de los tratamientos no es acumulativo, el de los años sin embargo sí lo es y sería muy raro que no lo fuera.

Estoy dispuesta a probar este serum con toda la fe del mundo puesta en él. Sin fe, esperanza y lujo nada funciona igual.

Siempre que pruebo algo me miro al espejo antes y después. Y puedo asegurar que el espejo de mi cuarto de baño no es como el de los probadores de las tiendas de ropa que siempre me saca bastante desfavorecida. Después de la prueba, reflexiono un poco y  me digo que hubiera pasado si no me hubiera echado este maravilloso elixir, nunca se sabe porque no podemos echar marcha atrás. Tal vez mi rictus estaría más hundido, las arrugas del entrecejo habrían hecho saltar definitivamente mi tercer ojo. Parece que me debe haber ido bien, no me veo tan mal. Se trata de una prueba a ojímetro puro y duro, sin políografo de por medio, ni twistómetro ni nada.

En honor a la verdad si quito la sauna que hay junto a mi bañera podría instalar un scanner en casa o algún otro aparato para medir un poco mejor los resultados, así podría ofrecer una mayor certeza.

Soy consciente que mi genética no es la tuya, mis hábitos de vida tampoco son los tuyos y mi piel es mía y de nadie más. Hay cosas que no se pueden compartir y es mejor cuidarlas lo mejor posible y con cosmética de calidad. La prueba de producto sí estoy dispuesta a compartirla.

¿Qué tal estaré en la foto que me tengo que hacer con el producto? Seguro que después de probarlo no me hace falta ni maquillaje, ni Photoshop, porque retoques de aguja y relleno no llevo, además creo que eso también puede desvirtuar la prueba. No es lo mismo estar infiltrada con Bótox, ácido hialurónico y cócteles varios que no estarlo. No puede ser lo mismo.

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Fotografía: Luis Malibrán

En el dossier de prensa del producto dice que el Sacharomyces cerevisiae (Natural Musculifter) extraído de la levadura natural ( se lleva mucho la cosmética probiótica con lactobacilus y fermentos con vida propia) desarrolla una acción hipodérmica que favorece la glicolisis y la fermentación dentro de las células de la piel. Además, incrementa el metabolismo energético de las células musculares y que tras la reacción bioquímica que produce se obtienen 36 moléculas de ATP, que ayudan a reforzar el suministro energético de reserva de las células musculares. Si seré despistada e insensible que si no lo leo se me hubiera pasado por alto. Mi relación con mi propia hipodermis es más bien inexistente y cómo no tengo aparatos de medición en casa ni lo había notado. ¿Seré la única de mi generación a la que le pase esto?

Otro de los ingredientes estrella de este maravilloso serum es el extracto de camomila dorada. Nada más leer su nombre estaba ansiosa porque todo mi cutis lo degustara cual infusión y poder comprobar a flor de piel su poder detoxificante y su efecto luminoso gracias al aumento del flujo sanguíneo.

Lo más espectacular de esta fórmula es su extracto Vital CPX, un complejo exclusivo y patentado con activos que reprograman nuestra memoria celular a base de extracto de mandarino, extracto de seda Koishimaru y extracto de Shilan. Este potente extracto favorece la proliferación de fibroblastos y regula las funciones esenciales de regeneración, remodelación y reparación cutánea.

Su fragancia oriental relajante tiene propiedades psicoactivas, ayuda acombatir la inestabilidad emocional blanceando los dos hemisferios cerebrales y alcanzando una especie de nirvana que nos lleva a experimentar sensaciones de calma y bienestar.

Sensai Cellular Performance Lifting Radiance Concentrate de Kanebo, el último sérum reafirmante antiedad. Después de probarlo, me siento mucho mejor, notablemente más estable. Lo ideal es aplicar el serum con suaves masajes mañana y noche durante 14 días. Transcurrido ese tiempo se nota una mejoría clara de hidratación, luminosidad y a nivel general. Y yo lo he notado, vaya que sí. Ahora sí que tengo la piel tersa y suave de verdad. Y eso que sólo me ha dado tiempo a utilizar dos botecitos.

Precio: 150 euros.