bascula

Seguro que a estas alturas de la película ya estás familiarizada con el término ‘coaching’. Su transferencia de unos terrenos a otros ha sido importante, de manera que la figura profesional del ‘coach’ –que nos gusta un anglicismo lo que no está escrito- tiene sentido en el deporte, en una empresa o incluso a la hora de alimentar un cuerpo.

Un coach aúna varios perfiles: el de psicólogo, el de médico –según el caso- y el de entrenador, empleando diversas estrategias para ayudar al cliente a conseguir su objetivo en base a la obtención de metas concretas y pautadas por el experto. Viene a ser un guía que aconseja y encauza gracias a su propuesta personalizada en pos de la autosuperación.

Todo esto está muy bien, pero te preguntarás ¿qué hace un coach nutricional, en qué se traduce? Vayamos al turrón.

hamburguesa

La clave del asunto es la personalización al detalle, valorando factores psicológicos además de físicos. No se trata de dar una dieta estándar y ya, sino de conocer al paciente y ofrecerle el apoyo que necesita ante objetivos tan variados como perder o ganar kilos, combatir la flacidez o mejorar el pulso energético.

En palabras de la Dra. Paula Rosso, de Corporal M+C: Un coach nutricional combina la nutrición y la dietética con la psicología y emplea técnicas de superación y de entrenamiento, de tal forma que más allá de unas pautas alimentarias sin más, ofrece a sus pacientes un apoyo global y absolutamente personalizado: hay casos de pacientes que hasta tienen mi móvil personal y pueden llamarme en momentos de duda durante una cena o almuerzo en los que se sienten especialmente inseguros. Todo se plantea desde una perspectiva muy humana y cercana, teniendo muy en cuenta las diferencias individuales: desde las preferencias por ciertos alimentos, el ritmo de vida, si por el tipo de trabajo se tienen muchas comidas fuera e, incluso, si en la forma de comer del paciente están entrando en juego factores psicológicos como el estrés, la ansiedad… Se analiza cómo es su acercamiento a la comida desde ‘el interior’, trabajándolo desde el refuerzo positivo y ofreciendo, además de pautas alimentarias, trucos o consejos para la superación de obstáculos habituales. También, por supuesto, asesoramiento sobre las disciplinas deportivas más adecuadas para cada caso, ya que alimentación y ejercicio físico han de contemplarse siempre de forma conjunta. Básicamente, se trata de programas de educación nutricional con apoyo psicológico a medida, planteados como un entrenamiento alimenticio vital, de largo alcance: para aprender a comer de forma adecuada para siempre. Planes que comienzan con soporte y guía por parte del Coach para, al cabo de un tiempo, diferente según la psicología de cada paciente, que este lo interiorice como hábito y lo siga de forma fácil, por si solo y ya sin ayuda, concluye Rosso.

Un plan de entrenamiento nutricional con un coach se desarrolla en las siguientes fases:

1ª y decisiva consulta, en la que se definen las metas, se realiza un diagnóstico físico exhaustivo y un psico-test de estilo de vida. La buena conexión y la confianza serán básicas para perfilar la relación psicológica del paciente con la comida: cómo come un día de diario, cómo entre semana, si bebe alcohol, si tiene hijos y les prepara ella misma la comida, si a utiliza como recompensa, si se salta comidas porque lleva un ritmo vertiginoso o si está estresada, si es complicada con los sabores o poco versátil, etc.

-En cuanto al diagnóstico físico pormenorizado, en los programas de Coaching Nutricional de Corporal M+C se incluyen tres pruebas médicas:

Medición pormenorizada de composición corporal con básculas Tanita.

-Evaluación del tejido adiposo y de la celulitis con una ecografía.

-Analítica de sangre completa.

-En esta primera consulta, se entrega a la paciente una hoja con horarios, alimentos ingeridos y percepción ante ellos (si se comió chocolate en cantidades industriales a última hora del día para ‘darse el gusto’, en un día de estrés, por ejemplo), para que registre qué come y bebe cada día, datos útiles para confirmar la evaluación psicológica y reveladores a la hora de comprobar sobre el papel cómo se está alimentando uno en realidad.

¿Cuándo se está listo para volar solo? Depende de cada caso. Un plan general en Corporal M+C consiste en una primera cita y de media, 3 o 4 consultas nutricionales.

Precio primera cita: 95 euros.

Precio consultas individuales: 55 euros.

Si se realiza como complemento a un plan previo de tratamientos médico-estéticos corporales, las sesiones de Coaching son gratuitas.

Corporal M+C está en Avda. Concha Espina, 57, Madrid.