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foto: DelPozo.com

¡Qué bueno ver marcas españolas, ideadas, creadas, diseñadas y fabricadas aquí, que triunfan dentro y fuera de casa! Es tan placentero que llega al corazón porque los españoles tenemos todavía ese complejo de  “lo de fuera es mejor“, herencia de lo vivido antaño, y olvidamos que somos y podemos hacer tan buenos productos (o mejores, por qué no?!)  aquí también.

SEPAI es una de esas maravillas terrenales creada por  Paola Gugliotta y Roxana Chang que auna lujo, exclusividad y efectividad con un marketing fundamentado en el resultado  y  en  la prescripción  especializada, más allá de la publicidad y comunicación convencional. Esto es, lo conocido como marca nicho, tan en auge a pesar de la crisis.

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Foto: Sepai.com

Además, todas las que formamos parte del círculo de “enamoradas” de la firma somos altavoces de la calidad de sus productos, aunque es inevitable comentar también que tal exclusividad va intrinsicamente ligado a unos precios difíciles de alcanzar para la mayoría, más aún en los tiempos que corren.

 

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Foto: Sepai.com

De cualquier forma, siempre es una buena noticia la evolución y ampliación del portfolio de productos de aquellas marcas que saben lo que hacen porque el rigor forma parte de su ADN como marca y empresa.

La última creación que pone a nuestro alcance SEPAI es una gama de Básicos Esenciales para el mejor cuidado de la piel, complementos perfectos para su famoso tratamiento RMI5 o l exclusividad personalizada del “TUNE IT“.  Su enfoque “Básico” no lo es tanto por el nivel del producto, sino porque se trata de todos aquellos productos que, en principio, todas deberíamos tener para el cuidado correcto de nuestra piel: limpiadores, tónicos, nutritivas, exfoliantes (cuerpo y cara) y mascarillas. No sé vosotras, pero a mi , siempre me falta alguno….

Precios: entre  65 euros de una limpiadora y  99 euros de una mascarilla. Siguen sin ser aptos para todos los bolsillos, pero tampoco es ese el espíritu de la marca…

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Lo cierto es que ciertos manjares aún se nos hacen apetecibles y dentro de las posibilidades de cada una, un capricho honroso para nuestra piel y nuestro espíritu,  tampoco viene mal… aunque sea muy de vez en cuando,  mmmmm…no?