Madres no hay más que una y los grandes almacenes han conseguido que quedemos fatal si no aparecemos a comer el 5 de mayo con un regalo original en mano. Estos me gustan porque tienen su puntito inesperado.
Me gusta Mi moneda, precio entre los 19 y los 200 euros la cadena, entre los 62 y los 90 euros el soporte y entre los 13,50 y los 89 euros las monedas, porque es el primer colgante que en realidad diseñas tú porque tú eliges cómo quieres que sean todos sus componentes. Las hay de concha, cristales de cuarzo, cristales Swarovski. La han puesto de moda Rihanna, Halle Berry, Paula Echeverría y otras’ celebs’ y puedes elegir inscripciones como ‘Carpe diem’, ‘Amor vincit omnia’ o ‘Vive la vida que amas, ama la vida que vives’. www.mi-moneda.com
Este collar tan sesentero de forma es de Teria Yabar, una diseñadora de ropa y accesorios bonita y barata. Me encanta este tono de turquesa y me parece que da subidón a lo que te pongas.Yo me lo plantaría encima de una camiseta lisa y con una falda o pantalón de seda de boda o comunión de mayo, y con vaqueros para cualquier mañana o tarde.
La modelo Anja Rubik se suma a las filas de maniquíes animadas y diseña su propia colección cápsula de zapatos, dentro de la firma Zanotti.
Una (yo) piensa que esto es lógico. Quién podría interpretar con naturalidad y gusto la moda, si no quienes la viven cada día desde dentro.
Como sabéis, muchas modelos dan el paso y atraviesan el espejo, pasando de ser musas a creadoras. La colección de Anja Rubik ha sido elaborada a su imagen y semejanza, “un poco glam-punk e inspirada en Debbie Harry y David Bowie”, con quien suelen compararla. Con buen ojo: parece la hija que nunca tuvieron. Los ídolos tienen pies de barro… pero zapatos molones.
https://www.youtube.com/watch?v=CRnbtRPC6v4
Entre rulos y boatinés, me ocupo esta semana del tema Sheryl Sandberg, la número 2 de la pulposa telaraña Facebook, quien ha escrito un libro desgranando sus andanzas empresariales. Su currículo me deja estupefacta y admirada. Graduada cum laude en Harvard, es una de las 25 personas más influyentes en Internet según el top de 2011 de la revista Bloomberg Businessweek y una de las 50 mujeres de negocios más poderosas en 2010 según Fortune. 44 años y dos hijos. “Thank heaven for little girls”, pienso mientras doy la vuelta irónicamente la canción de Maurice Chevalier; ocurrente y agudísima como es una –un no parar-.
Continúo leyendo que en Vayamos adelante: las mujeres, el trabajo y la voluntad de liderar (Lean In) no faltan -oh, oh-, mujer tenía que ser, valiosos consejos sobre conciliación labofamiliar, negociación de sueldo (!), bajas de maternidad y demás cuestiones que, aclaro por si acaso, no critico, pero cuya reivindicación ¿a estas alturas?, pincha mi globo satisfactorio y me devuelve a una realidad difícil de digerir. Quizá más todavía en este perfil. Oigo chirridos. Vuelta al trigo de que se puede ser inteligentísima, ambiciosa en el mejor sentido y meritoria del copón, pero ante todo se es mujer, y después mujer en un mundo de hombres, mujer discriminada. Y la incauta que quiera hacer ‘cosas de hombres’ y ‘cosas de mujeres’ va a tener que pelear exactamente eso: el doble.
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