Mañana se celebra el Día Mundial de la Toma de Conciencia contra el Abuso y Maltrato a la Vejez. Los riesgos de convertirse en víctimas de malos tratos son más elevados en las personas mayores porque son más dependientes y vulnerables, y la tasa aumenta cuanto mayor es el grado de dependencia. Coincidiendo con este día, la UNAF (Unión Asociaciones Familiares) ha presentado las conclusiones de “Stop Violence against Elderly Women”, un proyecto realizado a nivel europeo con el que se quiere visibilizar la violencia ejercida contra las mujeres mayores de 65 años.
Entre un 5 y un 10% de las personas mayores sufren algún tipo de maltrato –ya sea físico, psicológico, económico, estructural…- por parte de sus cuidadores o de sus propios familiares, algo enormemente difícil de detectar. Pero el estudio presentado hoy quiere poner el punto de atención en las mujeres, con una mayor esperanza de vida y que se ven sometidas, no sólo al maltrato de las personas que las cuidan, sino a una violencia de género, que en la mayoría de los casos, llevan padeciendo a lo largo de muchos años a mano de sus parejas. Mujeres que llevan toda la vida conviviendo con sus maltratadores y son incapaces de dar el paso de denunciar por el afecto familiar, el estigma social, la escasa capacidad de comunicación o la poca confianza de ser creída.
Me gustaría dar datos de las mujeres mayores de 60 años que sufren violencia de género pero no existen. Sí, puede sonar fuerte pero es así, a partir de los 60 años las mujeres atraviesan un limbo en el que no existen para las instituciones. Como sabiamente dice Mariqueta Vázquez, Presidenta de la Asociación de Mujeres por un Envejecimiento Saludable, “Si las mujeres ya somos invisibles de por sí, si encima somos mayores, la invisibilidad es doble”.
En palabras de Ana María Pérez del Campo, Presidenta de la Federación de Asociaciones de Mujeres Separadas y Divorciadas y toda una institución en la materia -lleva desde 1974 trabajando con mujeres maltratadas- “Este colectivo de mujeres mayores tiene la misma situación que los niños, son vulnerables y por tanto hay que trabajar desde distintos planos con estas personas para que puedan salir de la situación. Hay que denunciar, claro, pero con la debida protección, porque muchas mujeres vuelven a ser maltratadas en el juzgado, en la conversaciones con un abogado o en las propias instituciones que tienen que protegerlas, con preguntas que son absolutamente inadecuadas”. Por eso es fundamental crear unas redes solidarias que les ayuden a salir de la soledad.
Comencemos a cuidar de nuestros mayores como merecen, nos dieron la vida y atesoran una sabiduría que más nos valdría recuperar en estos tiempos en los que estamos perdiendo tantas cosas. Y ayudemos a esas mujeres de nuestro alrededor a salir del infierno, que nunca es tarde, como dice Mariqueta Vázquez, “La mejor manera de prevenir el maltrato es promover el buen trato, no hay derecho a vivir los últimos años de la vida con miedo, los últimos años tenemos que vivirlos con dignidad, sin miedo y sin nuestro maltratador”.
crischispy 
angeles 
NeroBeauty 
Spanish