75428615 (2)

Cien mil mujeres de 19 países han pasado por las pruebas-encuesta de Lancôme para que sus investigadores concluyeran que existen 64 tipos diferentes de ‘superficies de piel’. Para eliminar las manchas de todos ellas han lanzado un nuevo corrector integral de manchas llamado DreamTone.

No me extraña que haya esta fiebre de productos anti manchas, despigmentantes, con glicólicos que aclaren pecas y demás. Por un lado el dichoso adelgazamiento de la capa de ozono, que consigue que el sol manche mucho más nuestra piel con o sin protección. Por otro, los cambios hormonales y la menopausia, que te llenan a veces de pequitas, verrugas, ‘mantos’. A eso hay que añadir que los dermatólogos insisten en que tanta higiene y tanto agua y jabón aumentan alergias e hiperpigmentación de la piel. En fin, que pocas y pocos, quizás sólo los jovencitos, se libran de melasmas, cloasmas y demás…

get-the-gloss-lancome-dreamtone-1 (2)

Esta vez, Lancôme jura que ha encontrado el arma eficaz. Y nos la ha contado con tanta seguridad que nos ha pedido que nos hagamos una foto antes y después de haber utilizado DreamTone durante ocho semanas porque vamos a notar muchísimo la diferencia, dicen. Han agrupado esos 64 tipos de piel en tres tipos de fórmula. Una para pieles claras que  suelen tener rojeces. Otra media para tonos cetrinos y apagados y una tercera oscura para pieles eso, oscuras. ¿Cómo lo han conseguido? No nos contaron el secreto pero indagando en las causas de las manchas y en por qué la piel pierde uniformidad: el exceso de melanina y melanocitos y en cómo se comportan los genes para que una piel acabe con más manchas que otra. La cosa es que DreamTone te las quita, te unfiormiza el color de la piel y le da mejor aspecto y color.

Me gusta que el envase sea grandote (40 ml), su color rosa optimista y que realmente se hayan tomado en serio el problema de la hiperpigmentación. Estará a la venta el 1 de septiembre y su precio es de 96 euros. Nos lo contaron muy cerca del cielo Azul Murillo de la capital (en el ‘ático’ del Casino de Madrid) , en una mesa llena de esas rosas espléndidas de Lancôme que nunca tienen manchas…