“Pero, ¡¿por qué todo lo sano tiene que estar malo o ser verde?!”, te habrá preguntado un montón de veces tu criatura, a punto de solicitar que le adopte otra familia y con esa capacidad suya tan encocorante de ofrecerte la realidad sin filtros. A ver con qué carita le sueltas aquella tan vintage de ‘porque lo digo yo y punto’ cuando ya está en edad de cuestionarte el asuntillo ése de tu alijo de chocolate.
Asumámoslo. Nosotros, arbolitos tiesos y derechos, ya estamos en la rueda de la vida y nos hacemos a cualquier discurso que apunte a una mejora de la salud. Quienes están en edad de creerse inmortales siguen manifestando una envidiable querencia por todo lo sabrosón, colorido ¡y efervescente! Ay, si te pudieran leer la mente cuando pasas por la tienda de chuches… Si supieran cuánto deseas congraciar alimento saludable con chuche despreocupada, si intuyeran tu ambición por andar sin miedo la senda intermedia entre esa dicotomía binaria…
Pues bien, ya puedes. Arkopharma, Ooomuombo y Happy Pills son la alternativa que entreteje los hilos. Un nuevo patrón de satisfacción golosa que ya no pasa por meterse kilos de sustancias cuestionables. ¿Qué tal te sabe?
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