Tu_eres_tu_medicina

La OMS define la salud como “un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”. Es un punto de vista interesante, porque supone no sólo la ausencia de menoscabos chungos, sino la construcción de un entramado positivo, en amplio espectro.

Con esta base en la mirilla, el orientador y quiropráctico Ata Pouramini, traza en “Tú eres tu medicina”, los 10 pilares de apoyo para una vida sana. Porque el cuerpo es tu templo. Y tú puedes administrar la institución con sabiduría para que se mantenga robusto durante mucho tiempo.

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1.  Realiza actividad  física todos los días. No solo para ponerte en forma sino para mejorar tu salud en general.

Nunca repetiremos lo suficiente este tip vital, ¿verdad? Bastan 20 minutos al día de tu actividad preferida para cumplir la cuota de movimiento. ¡Vale la pena!

2.  Elimina adicciones que te hagan la sangre más ácida, como fumar, el café, alcohol, drogas o pastillas. 

También hemos hablado largo y tendido de los beneficios de la dieta alcalina. Añade frutas y verduras alcalinas en tu dieta; los zumos son una opción muy apetecible durante la estación estival.

3.  Practica deportes y ejercicios que te enseñen a respirar con tu abdomen de forma profunda. El deporte, la meditación, los estiramientos posturales y la Quiropráctica  ¡te harán respirar mucho mejor!

Deberían enseñar a respirar en las escuelas, si no fuera porque los niños practican la profunda de manera natural y es el estrés de la vida adulta quien nos la arrebata por la superficial. Grábate el mantra ?concentración y respiración abdominal’: un cerebro oxigenado es un cerebro más agudo. 

4.  Bebe mucha agua. El 70% de tu dieta debería consistir en comida rica en agua; es decir, come verduras y frutas a diario.

¿Sabía usted que… la deshidratación deviene en una notable disminución de tu rendimiento físico? Sé precavida, sobre todo en verano. Y además, ten en cuenta que si pasas de ella se enfurruña, como dice nuestra amiga Gwyneth.

5.  Nutre tu cuerpo con comidas frescas llenas de vitaminas, minerales, enzimas y grasas omega -3. 

Quod te nutrit te construit, parafraseando el tatuaje de Angelina Jolie.

6.  Elimina las grasas procesadas, como por ejemplo la margarina. Consume aceite de oliva.

Antioxidante, protector contra los radicales libres, cardiosaludable, más español que un cuadro de Romero de Torres… ¡Nos encanta el aceite de oliva!

7.  Elimina o minimiza la carne en tu dieta.

No hace falta abrazar los motivos éticos del vegetarianismo para saber que la grasa saturada de la carne roja no es lo mejor para el organismo. Un poco mejor si es carne alimentada con pasto, criada en libertad.

8.  Elimina o reduce la ingesta de productos procesados y lácteos.

Siempre mejor productos frescos. Y siempre mejor, con moderación, un lácteo de calidad, de ganado criado en libertad y alimentado con pasto.

9.  Mejora tu postura: un buen soporte estructural es fundamental para la salud. El  yoga, Pilates, la Quiropráctica y otras las terapias manuales pueden ayudarte.

No sólo se trata de evitar molestos dolores articulares y musculares, sino de mejorar la circulación y oxigenación del cuerpo.

10. No olvides que la mente manda sobre el resto del cuerpo: aprende a meditar y cultiva una actitud positiva.

¡Recuerda, marinera!: la vida no es lo que te sucede, sino la actitud con qué lo afrontas.

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