Ambos dos, ya estábamos cordialmente termalizados en la primera sesión del recoleto spa del hotel donde nos “alohabamos” y algo noqueados de tantos chorros acuáticos a presión (jets). Pasar del estrés total al relax no es todo un baño de rosas. El día siguiente es para la descompresión física y mental.
Aterrizar del estrés y sumergirse en picado en el relax no es tan sencillo. Nuestros músculos, articulaciones y huesos habían notado el traqueteo de los jets subacuáticos y habían dicho: uy, uy, uy, ¿ esto qué es? El azote de las aguas puede producir una especie de agujetas como después de un masaje o un ejercicio intenso. Los efectos de la hidroterapia agitan nuestro cuerpo-mente y son un verdadero baño de bienestar. Puro wellness anti-estrés.
Teníamos sensación de palizón y nuestro cuerpo necesitaba un masaje en seco o quizá en mojado. Listos y preparados para otra inmersión en otras aguas y otros mares llenos de tecnología a presión, en forma de remolinos o suaves camas de burbujas.
A la radiante mañana siguiente, llegamos al enorme circuito de talasoterapia del Gloria Palace, uno de los más grandes de Europa. Un verdadero parque temático para adultos con ganas de reponer fuerzas y descontracturarnos de la cabeza a los pies.
Agua salada y caliente para nuestra segunda inmersión, la mar de buena y con la mar de propiedades para la salud, absorbidas directamente a través de la piel. ¡Viva la osmosis marina!
Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte natural en España. De entre ellas, el infarto agudo de miocardio es la manifestación con mayor tasa de mortalidad, sobre todo cuando se no se trata rápidamente y manera adecuada.
Hoy no queremos hablar de tratamientos, ni faciales ni posteriori, sino de prevención. Un decálogo sagrado, listo para leer cómodamente sobre nuestras tablets de arcilla.
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