Foto Alexey Nikishin

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El microneedling es una nueva técnica de medicina estética con múltiples aplicaciones. Microagujas, pinchazos eficaces y mínimamente invasivos que consiguen que los activos penetren a niveles profundos de la piel. Un procedimiento para combatir el envejecimiento facial pero que también mejora las cicatrices, el melasma o el vitíligo.

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Ésta técnica ha sido una de las protagonistas de la XXVI Reunión de GEDET, el Grupo Español de Dermatología Estética y Terapéutica, celebrada en Bilbao hace una semana y en la que se dieron cita más de 500 dermatólogos.

La cosa es sencilla pero efectiva, se utilizan rodillos con agujas muy pequeñas incorporadas que al pasarlos por la piel, van abriendo microcanales por los que penetran las sustancias de forma inmediata y profunda, llegando a la dermis. Favorece la penetración de activos como vitamina C, retinol, ácido hialurónico, factores de crecimiento, terapia fotodinámica… Penetran tanto las moléculas demasiado pequeñas para otros métodos, como las grandes.

No te preocupes, que no acabas con la cara hecha un cromo. Su mecanismo de acción es la alteración mecánica temporal de la piel, un daño médico controlado, pero sin perjudicar la epidermis sana, algo que sí ocurre con otros métodos como los láseres ablativos o los peeling profundos. Las microagujas perforan la piel como el láser fraccionado, pero no causan infección ni heridas abiertas porque la piel se cierra inmediatamente. El rodillo, incluso, se puede asociar a la radiofrecuencia con el fin de que ésta llegue a las capas más internas y así obtener los beneficios de un láser pero no sus daños o el tiempo de recuperación.

Pero además, los pequeños daños que las agujas causan en la piel, inician una respuesta del fibroblasto en el tejido de la dermis, que se pone a producir más cantidad de colágeno, por lo tanto mejora la flacidez.

La técnica se utiliza para combatir el envejecimiento cutáneo pero según cuenta el Dr. Dr. Klaus Fritz, Presidente de la Academia Alemana de Dermatología y ponente en la XXVI Reunión GEDET de la AEDV (Academia Española de Dermatología), también mejoran las cicatrices de quemaduras o de acné porque las microagujas, “al perforar las cicatrices múltiples veces, las ablandan y las difuminan”. Y sus aplicaciones más recientes están demostrando que mitiga significativamente el melasma y el vitíligo.

El sistema es el mismo que utiliza Filorga en sus famosos rodillos de mesoterapia tanto facial como corporal, aunque de manera profesional y en cabina, que siempre consigue mejores resultados.