Pressentia no es una perfumería al uso, no hay catálago de perfumes, ni tienda, ni rostros famosos, producen en exclusiva perfumes con nombre propio, tu nombre, completamente personalizados. Sin nariz de por medio, ni entrevista personal, a golpe de tecla.
Todo el proceso de busqueda se realiza online, mediante un exhaustivo test de personalidad ( 5 folios de preguntas personales) frente a la pantalla del ordenador, y finalmente la fragancia personal llegará a nuestro domicilio” explica Juan Repullés, director de la marca. Esta empresa 100% española y madrileña nace en marzo de 2013, y ya han producido “1.200 perfumes a la medida.
La fórmula personal resultante queda guardada forever en sus archivos, y tiene garantía personal de exclusividad y se puede pedir siempre que se desee. Hasta ahora los clientes que se han sometido al test y han obtenido su fragancia personalizada han alcanzado un índice de satisfacción del 94,7 %.
Si eres más clásica y prefieres entrevista personalizada. Te recomendamos el lujo máximo de Guerlain o la cercanía de un nariz nacional como la de Ana Corsini.
Un millón de marquesinas no pueden estar equivocadas: el perfume, abstracción donde las haya, necesita acompañarse de la imagen humana. A cada frasco, su rostro conocido y con mucho tirón.
Elegir al personaje nunca es cuestión baladí. Encarna el mascarón de proa de la fragancia y, de manera incuestionable, debe representar los valores que la firma quiere transmitir. Sensualidad, capacidad de seducción, elegancia, autonomía, seguridad, poderío… Toda una batería de aspiraciones que conecte con las demandas del consumidor. Pero cuidado, sin avasallar. El perfil debe ser alto pero sin escándalos –Kate Moss aparte-, exitoso y muy cercano, que sangre cuando se le pincha, sin imposturas ni manierismos. Una imagen adecuada puede catapultar literalmente las ventas de un perfume: los estudios de mercado demuestran que el consumidor paga con audacia cuando el producto consta del aval de la embajadora o embajador de renombre. Y ya, si leen cualquier declaración del susodicho (-a) describiendo la felicidad y placidez que le embargan cuando usa ‘su’ fragancia, no hay escapatoria posible.
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