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Quienes usamos vehículos de dos ruedas lo sabemos, el casco no es una elección, pero ¡¿tiene que sufrir tanto el pelo?!

Un casco bien pertrechado es lo piú, no ahorraremos halagos y prescripciones.  Imprime seguridad en la conducción, puede evitar disgustos mayores en caso de accidente y a lo que vamos hoy sin paños calientes: deja el peinado hecho una filfa. Relame los pelos lisos hasta que parecen extraídos del tercer estómago de una vaca, desdibuja los rizos y además asfixia el cuero cabelludo, con lo que se ensucia antes y pierde brillo y esplendor.

Hay que celebrar cada día que pasa en la tierra con alegría y francachela. Estamos viv@s y eso siempre es buena noticia. Y qué melenas… Si quieres saber cómo pueden convivir tu casco y tu melena, sube que te llevo.

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Para comenzar, elige un champú adecuado. El uso del casco durante mucho tiempo ensucia el pelo, de modo que es probable que tengas que lavarlo a diario. Un champú neutro te hará juego, porque podrás limpiarlo todo lo que necesites sin agredirlo ni saturarlo de ingredientes tratantes.

Cuando te quites el casco à la Easy Rider –y seguro que ya has visto este gesto en la calle varias veces-, deja caer la cabeza y ahueca la raíz con los dedos. Así oxigenas un poco el cuero cabelludo y despegas la raíz, dándole volumen. Un toquecín de laca mejora el resultado.

Las melenas largas sufren de alocados enredos. Si el cabello es fino, la cosa deviene en ‘tragedia’ (yo me he visto varias veces cortando nudos, directamente). Sea como fuere la materia prima, el pelo se encrespa y pierde por completo el pulido que tanto nos costó conseguir en la mañana. La mejor solución es hacerse una trenza o un moñito bajo. Al llegar al destino y soltarlo, se puede aplicar un poco de serum en medios y puntas para eliminar el frizz.

Siempre es importante tener el pelo bien seco antes de ponerse el casco, sobre todo en pelos cortos, de chico o chica. En mojado y bajo presión, el pelo adopta formas caprichosas difíciles de reencauzar después.

Tampoco es recomendable evitar productos de acabado ‘pesados’ como fijadores, espumas o ceras, que hacen que el pelo se pegue al cuero cabelludo y ensucian el casco. Las texturas en polvo son ideales para la conjunción de pelo corto + casco, porque se absorben en el acto y no dejan huella.

¡Y a rodar!