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Tom Wesselmann

Dejar de fumar, llevar una dieta equilibrada o hacer deporte son los tres propósitos estrella cuando comienza un nuevo año. Poderosas intenciones que comparten objetivo: mejorar la salud. Si has comenzado 2015 absolutamente convencid@ de que ha llegado el momento de abandonar el tabaco, aquí tienes poderosas razones para conseguirlo.

El tabaquismo provoca que cada 10 segundos muera una persona en el mundo y está considerado como la principal causa de muerte prematura y evitable. Si conoces estos datos más que de sobra y no son un argumento suficientemente poderoso, pongámonos un poco frívolas y hablemos de belleza.

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Fumar apaga la luz de tu rostro, lo reseca, dilata los poros y favorece el envejecimiento prematuro del cutis. También destruye el colágeno del cuerpo y roba de la piel buena parte de sus nutrientes como la vitamina A y C. También se los roba a tu cabello, que pierde brillo y se torna mucho más seco. Por no hablar de que favorece el código de barras, esas temidas arrugas alrededor de los labios, y de las nefastas consecuencias sobre tu maravillosa sonrisa.

Pero lo extraordinariamente maravilloso es que darle una buena patada a la cajetilla de tabaco tiene consecuencias positivas inmediatas. Al contrario de lo que se piensa, los beneficios y peligros de dejarlo no están tan lejanos:

20 minutos después la presión arterial baja a su nivel normal y desciende la frecuencia cardiaca.
8 horas después el monóxido de carbono en sangre se reduce hasta alcanzar su nivel normal.
– En 24 horas el riesgo de sufrir un infarto cardíaco disminuye notablemente.
– Pasadas 48 horas se recupera agudeza en sentidos como el olfato y el gusto.
15 días después mejora la circulación de la sangre en todo el cuerpo, la función pulmonar aumenta un 30% y actividades sencillas como el hecho de caminar se vuelven más fáciles.
30 días después disminuye la tos, la congestión nasal, la fatiga y la sensación de ahogo. El pulmón mejora la capacidad para limpiarse y disminuyen las infecciones.
5 años después el riesgo de muerte por enfermedad cardíaca es igual al de los no fumadores y, el riesgo por enfermedad pulmonar, disminuye a la mitad.
10 años después se da la recuperación total y el riesgo de muerte por cáncer de pulmón es similar al de los no fumadores.

Pero nadie dijo que la tarea fuera fácil, busca ayuda médica y no desesperes porque cada cuerpo es un mundo y el método que le funcionó a tu prima, puede no funcionarte a ti. De hecho, según un estudio reciente realizado por la Universidad de Pensilvania no todas las terapias resultan igual de eficaces en personas distintas y la clave está en la rapidez con la que se elimina la nicotina del cuerpo. Han descubierto, por ejemplo, que las personas que la metabolizan a un ritmo normal se benefician más de la vareniclina, pero los parches son más indicados para quienes lo hacen de forma más lenta.

Aunque el avance llega tarde para ti, que en este 2015 vas a pasar a ser ex-fumador@, los tratamientos personalizados para dejar de fumar están más cerca, en un futuro no muy lejano, un simple análisis de sangre podrá ayudar a los fumadores a abandonar el tabaco.

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