https://www.youtube.com/watch?v=7dyl0j3WU6Y

La letra del tema central de “Hair” no tiene desperdicio.

Tan distintivo como el atuendo. Tan emblemático como la proclama más legendaria. Hablo, por si quedaba duda, del pelo y de su correlación con las reivindicaciones de algunas ‘tribus urbanas’ (qué añejo suena el término, ¿verdad? La razón es muy simple: siempre fue condescendiente y burdo y para colmo ya no queda rastro, ahora sólo hay it girls e influencers).

Hippies, Black Panthers, Punks, Redskins (y su Némesis, los Skinheads)… son sólo algunos de los grupúsculos humanos que se identifican al primer vistazo con sólo mirar sus cabelleras de guerra. Suyo fue el tiempo de expresar un mensaje con todas las herramientas de que disponemos en tanto que pancartas humanas. Suya fue la revolución social mucho más allá de la estética, el tiempo de la Contracultura.

Si admitimos que la moda es un lenguaje, asumimos que el modo de presentarse en público actúa como transmisor de ideología y por tanto es una elección política. En las revistas tristemente llamadas femeninas se puede leer a menudo eso de que el pelo ‘dice mucho de ti’. A veces sí, lo dice todo.

Hijos de un dios mayor: los hippies de la libertad

Hijos de un dios mayor: los hippies de la libertad

Para no aburrirles, dado que el tema es TAN amplio y ramificado, lo he centrado en tres movimientos claramente identificables por numerosos y fértiles. Y por versados por los medios. Literatura, ensayo, revistas, cómics, música, audiovisual… Contamos con cientos de representaciones en todos los soportes habidos y por haber. Sirvan los que cito como modesto acicate para su curiosidad.

Por supuesto, ninguno de ellos ha escapado a la voracidad del Sistema: hoy se encuentran perfectamente integrados y controlados por los aparatos de marketing. La revolución del presente será el canon de mañana en versión holográfica, vacía y pocha. Pero eh, muy bien servida y domesticada, inofensiva. Hablemos de los hippies, los Black Panthers y los punks.

Fotograma de "Hair", de Milos Forman

Fotograma de “Hair”, de Milos Forman

HIPPIES

Cuándo: años 60 y 70 en EE.UU.

De qué va la cosa: de protestar, claro está. Parte de la sociedad de los 60 aulla por dinamitar el anquilosado canon de los 50. El pacífico y sexista estilo de vida del individuo, de las familias y de la sociedad en pleno, se ve turbado por una danzarina avalancha de hombres y mujeres dispuestos a vivir ‘en libertad’. Sus armas, el amor, la paz, flower power, vive y deja vivir, haz el amor y no la guerra y otra serie de maneras y consignas que hoy se antojan ingenuas. Y, ¿qué era aquello de la libertad? Siempre una entelequia. Pero con cierto poderío, díganselo a la guerra de Vietnam, la primera guerra televisada de la historia y la primera en que el clamor popular fue atendido (por la cuenta que traía a los dirigentes).

"Paz, colega", dice el pollopera.

“Paz, colega”, dice el pollopera. No me digan que no parece un secundario de serie cutronga

El antes y después de la melena hippie: el pelo, cuanto más largo mejor. En los hippies primigenios varones, la pelambrera adquiere connotaciones especialmente reivindicativas, un guantazo a mano abierta para quienes la consideran una afrenta a la condición natural. Las mujeres viven su revolución particular con el uso del pantalón, también contranatura. Y qué hay de más sagrado y respetable que los designios de Dios la naturaleza, mejor ni hablamos de la homosexualidad.

No confundir con las melenas de Coachella (así se atraganten sus portadores con un simbolito de la paz), los hipsters y los hippies de Instagram, tan vacíos de contenido como una burbuja de aire.

Dos de los Freak Brothers disfrutando de sus cuerpos (falta Phineas)

Dos de los tres Freak Brothers disfrutando de sus cuerpos (falta Phineas)

Para saber más: ver el musical “Hair” (Milos Forman, 1979) y zamparse los estupendos tebeos de los Freak Brothers, de Gilbert Shelton.

BLACK PANTHERS (o el Partido Negro de Autodefensa)

Cuándo: formado en 1966 en California y disuelto en 1982.

De qué va la cosa: de hacer oír los derechos de los negros, aplastados por la supremacía blanca. Ya que la esclavitud es cosa del (bochornoso) pasado, los afroamericanos experimentan una sofisticada forma de segregación social. Confinados en ghettos, perseguidos, oprimidos y abocados a la más absoluta falta de oportunidades, se unen bajo una serie de peticiones y mecanismos de defensa llamados al empoderamiento y liberación de las comunidades negras.

El puño, siempre en alto. Las boinas caladas a ras. Y las mujeres, con su pelo natural, de rizo frondoso e indómito. Porque hay belleza más allá del Cáucaso.

Michelle Obama. Toda ella daría para un tema sobre consortes, triste espejo femenino

Esposa de Obama (Michelle Obama). Toda ella daría para un tema sobre mujeres de, tristísimo espejo femenino

El antes y después del rizo afro: las panteras originales tenían la voluntad explícita de lucir su pelo natural. Era una manera tan buena como cualquier otra de atraer la atención sobre su belleza racial, tan subyugada como lo demás. En los dosmiles terminamos pronto, prácticamente no se ve rizo enhiesto. Me refiero a las mujeres negras de perfil alto, sean cantantes, modelos o consortes de políticos. Se busca una adaptación a la morfología de la blanca sin importar lo agresivo del método. Os queremos negras, rizadas y libres, amigas.

Angela Davis. Encuentren las 7 diferencias con la señora de Obama

Angela Davis. Encuentren las 7 diferencias con la señora de Obama

Para saber más: ver el documental sobre los Black Panthers de la maravillosa Agnès Varda (1968. Lo tienen en Vimeo en V.O. sin subtítulos) y leer todo lo que caiga en sus manos sobre Angela Davis, la activista negra más mediática (aún viva. Y presumo que desencantada).

Punks de cuando el punk era punk

Punks de cuando el punk era punk

PUNKS

Cuándo: mediados de los 70 en Reino Unido.

De qué va la cosa: de ser un revulsivo en estado puro. Todas y cada una de las manifestaciones nacen como una corriente eléctrica que subvierte lo conocido, un exabrupto en la cara de la cultura, de nuevo adocenada. La manera de vestirse, de pensar, de hablar, de hacer música, de no participar en la vida política, de rebelarse contra la autoridad, son un vómito en la cara del bienpensante que paga sus impuestos y gusta de las buenas costumbres. Las claves, la ofensa, la no aceptación. Sentir que nada importa. Y el pelo arquetípico, variaciones de la cresta. Siempre el pelo en alza, toda una metáfora, desafiando la gravedad con gesto burlón.

Suripantas de hoy en día en la Gala Punk del Met

Suripantas de hoy en día en la Gala Punk del Met

El antes y el después de la cresta punk: ¿les hace gracia el rollo mohicano y las pintillas de estos díscolos? Pueden rastrearlas en un sinfín de editoriales de moda, eventos (véase la muy comentada Gala temática del Met), campañas, videoclips y en algunas personas que se empeñan en que la cresta aún significa algo.

por-favor-matame

Para saber más: leer “Por favor, mátame. (Historia oral del punk)”, de Legs McNeil y Gillian McCain, 1966) y sumergirse en toda la discografía de The Clash.