Tener diabetes, la tensión elevada, los triglicéridos por las nubes y exceso de grasa abdominal es sumar factores de riesgo para sufrir un infarto o un ictus. Estos 4 enemigos de nuestra salud se han agrupado en lo que ya se conoce como síndrome metabólico porque es un cuadro clínico que se manifiesta con bastante frecuencia.

Si estás entre ese 31% de la población que tiene tensión alta y la glucosa alta en sangre, los niveles de triglicéridos (un tipo de grasas) elevados, el colesterol bueno bajo y un perímetro abdominal que te impide verte los pies, ¡cuidado! puedes sufrir el síndrome metabólico.

Te voy a contar qué tienes que hacer para evitar pasar a mayores.

medir cintura

No pretendo alarmar a nadie, no, sólo informaros sobre el síndrome metabólico, que es una patología que unifica estos síntomas que te he contado – grasa en la cintura, diabetes, presión arterial alta y niveles altos de triglicéridos– y que, si no se trata o no se pone remedio suele ser el desencadenante de un infarto o un ictus. Como la cosa es muy muy seria, lo mejor es prevenir. El doctor Ángel Nieto, internista del Hospital Nisa Pardo de Aravaca de Madrid, explica que identificar el síndrome metabólico a tiempo permite prevenir afecciones vasculares graves, como un infarto de miocardio o un ictus. Por eso hay que empezar a prevenir si vemos que los síntomas de la obesidad central, caracterizados por la dimensión del perímetro abdominal: 102 cm para los varones y 88 cm en las mujeres.

Dr Angel Nieto

Dr. Ángel Nieto, internista.

Lo que es importante y que señala este internista es que, a pesar de que muchos pacientes acuden a las consultas con esta patología parece que como estas alteraciones de presión arterial alta, glucosa y lípidos no producen síntomas en sus fases iniciales se le resta importancia a su estado. “Pero en silencio, el problema continúa empeorando su estado de salud”.

Es una enfermedad que se identifica con personas adultas, aunque empieza a aparecer en edades más tempranas, que no da la cara, se refugia en nuestro organismo y en un momento ¡zas! nos encontramos fatal y en un hospital.

Lo mejor en estos casos es empezar cambiando los hábitos de vida, que son los que van a modificar esa enfermedad. Según el equipo de internistas del Hospital Nisa Pardo de Aravaca de Madrid, lo fundamental es cambiar la dieta y hacer ejercicio. (Como veis, las que seguís este blog, las pautas son siempre, siempre las mismas). Los especialistas nos recuerdan que solemos estar inmersos en largas jornadas laborales que fomentan el sedentarismo y, claro, cuando llegas a casa lo que menos te apetece es ir al gimnasio o ponerte a caminar. Como todo, es cuestión de voluntad y de organización.

gimnasia

Y en cuanto a la dieta, aunque nuestra afamada dieta mediterránea nos lo ponga muy fácil, caemos en la tentación de las comidas preparadas, los snacks, dulces industriales y bebidas azucaradas.

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Ya sabéis que lo adecuado es tomar fruta, verdura, cereales sin procesar, aceite de oliva, pescado y carne (poca) y hacer ejercicio de forma regular… ¡Vamos, levanta de la silla, y a caminar. ¡Estamos en primavera!