Estée Lauder y Victoria Beckham entrelazan sus firmas en una próxima colaboración de campanillas. Las dos etiquetas suman fuerzas en una colección de maquillaje en edición limitada que reúne el I+D de Estée Lauder con el labrado criterio de la ex Spice Girl –entre muchos otros avatares-.

Sobra decir que ambas empresas se sienten orgullosas de explorar juntas la que promete ser una fructífera senda comercial. La diseñadora de moda describe emocionada el proceso de elaboración del colorido, en estrecho contacto con los archivos de la firma, para terminar reconociendo la “poderosa visión de la mujer” que proyecta Estée Lauder. Igualmente generosa, ésta destaca el conocimiento sobre las necesidades femeninas y su compromiso por hacer que se vean lo más bellas posible de los que hace gala Victoria. Vale, sabemos que en estos casos nadie racanea en elogios, pero esta vez ambas voces están en lo cierto. Y eso es, precisamente, lo sorprendente en el caso de ‘nuestra’ Victoria, chonificada princesa del pueblo en los 90 y prestigiosa directora de una compañía de éxito en los dosmiles. ¿Cuáles han sido las claves de esta vertiginosa escalada en la cadena trófica?

Nosotras te lo contamos.

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-Estar en el lugar preciso en el momento adecuado.

Proveniente de una familia bien, Victoria Caroline Adams creció con el íntimo –y no especialmente particular – deseo de ‘llegar a ser alguien’. Cuando la mayoría de posadolescentes abandonan los excesos del ego y se adaptan a un trabajo de oficina, la niña dio la campanada siendo fichada por la que sería la girl band más popular de la historia: las Spice Girls. En la banda, una Victoria ofuscada por las hormonas y por el espanto estético con ínfulas, recibió el sobrenombre de Posh Spice (la pija, vaya) por el legendario (y lapidario) Top of the Pops. El sambenito ya no la abandonaría nunca, pero le esperaba un paradójico destino mejor.  

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-Maridar talentos con una estrella de fútbol y fagocitar toda campaña millonaria vendiendo el concepto ‘pareja de éxito’.

Ojo, esto no quita que el matrimonio Beckham-Beckham, es decir Adams-Beckham (dichosa costumbre de adoptar el apellido del marido) se fundara sobre el más acaramelado amor romántico. En Belleza Pura creemos en el amor verdadero como las que más y no ponemos en duda las uniones que realiza el mismísimo Cupido. Eso sí, hay que reconocer que algunas son más ventajosas que otras. ¿Qué podía haber más goloso en términos de publicidad que una pareja heterosexual guapa, triunfadora y moldeada por el deporte y la restricción calórica alimentación saludable? Absolutamente nada: hubo un tiempo en que Victoria Adams y David Beckham nos vendieron hasta el aire que respiramos.

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-Saber hacer de ti misma una marca… y conseguir que la gente que admiras te respete.

Posicionada dentro de la industria como referente de estilo (sus peinados se hacían tendencia en cuanto salía de la pelu), era cuestión de conjugar su eterna pasión por la moda con su acertado enfoque del espectáculo y no menos afilado espíritu comercial. Victoria ya no era una mamarracha que daba patadas voladoras con otras saltimbanquis, ni tampoco una mujer de- razonablemente decorativa: había pulido una presencia contenida, serena y segura de sí misma, correcta en su papel de amantísima madre de cuatro y ocupada, además, en causas solidarias (es embajadora de ONUSIDA). Un perfil ligado a estructuras duraderas y loables. Y eso siempre juega a favor.

Más allá de esta impoluta imagen pública, los años de front row y colegueo con Stella McCartney o Lagerfeld habían dejado su huella; y también se dejaban notar las largas horas empollando revistas de tendencias, tocando (y luciendo) colecciones y, en definitiva, aprehendiendo oficio por ósmosis. Hoy ‘Victoria Beckham’ es una etiqueta aspiracional para las fashion insiders y goza del reconocimiento de la industria en pleno. La digievolución de Victoria amerita estudio universitario: de dudoso icono de estilo en los 90, a aclamada y respetable creadora de moda en 2016. Quizá la niña a quien rechazaban en las escuelas de baile por paticorta esperara ‘ser alguien’ sobre un escenario, pero puede que, dentro de su sobreexpuesto y alocado relato de vida, por las noches abrace ese recuerdo y se felicite, tan pasmada como cualquiera de nosotros, por lo lejos que ha llegado.

La colección Victoria Beckham Estée Lauder saldrá a la venta en septiembre de 2016 en puntos de venta seleccionados de todo el mundo y en las respectivas páginas web de cada firma.