Con la llegada del calor nuestros cuerpos producen más sudor, como reacción natural del cuerpo al regular nuestra temperatura corporal. La transpiración también es una vía saludable para eliminar las toxinas y en eso se basa la sauna y el baño turco.

El mal olor se produce cuando sudamos y hay presencia de bacterias. Lo principal es mantener una higiene diaria para eliminarlas. Os puedo asegurar que cuando cojo el metro de Nueva York no hay nada que me dé más asco que tener una axila ajena maloliente masacrando mi pobre pituitaria. Insisto lo primero es agua y jabón o gel de baño, una ducha al día.

Después y si el sudor es excesivo y persistente lo habitual es ponerse desodorantes antitranspirantes, ya que además de eliminar el olor cortan directamente la sudoración. Sin embargo, varios estudios han relacionado el uso de sales de aluminio con el cáncer de mama. Celebrities como Julia Roberts han declarado la guerra a los desodorantes tradicionales y juran y perjuran que una buena higiene es todo lo que hace falta (aunque sinceramente una servidora no se ve lavándose el sobaco en el baño de la oficina cada hora). Pero entre ir con el alerón au naturel cantando la traviata y llevar un antitranspirante existe un término medio: los desodorantes naturales. Y aquí viene el quid de la cuestión: ¿realmente funcionan?

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En mi opinión, los desodorantes naturales funcionan teniendo en cuenta dos principios: en primer lugar, cada persona necesita una fórmula diferente, y a veces el cuerpo necesita un par de semanas para adaptarse, por lo que es mejor hacer pruebas cuando hace un calor moderado. En segundo lugar, los desodorantes naturales no son antiperspirantes. Es decir, que no van a evitar que la axila sude, pero van a neutralizar el olor a eau de sobac.

Los desodorantes naturales tienen dos inconvenientes: normalmente no aguantan un día entero y hay que reaplicarlos cada varias horas, y algunos de sus ingredientes naturales pueden causar alergias. Por ello es importante hacer un test antes de lanzarse, especialmente en axilas recién rasuradas. A cambio, tienen fórmulas totalmente limpias y libres de alcohol, parabenos, sales de aluminio, perfumes sintéticos, colorantes y conservantes, y respetan las funciones naturales de transpiración de la piel sin riesgo para la salud.

Estos son algunos de los desodorantes naturales que no me han abandonado ni en los días más calurosos:

Lavanila es una de las marcas más populares de desodorantes naturales en este lado del charco. Premiado por la revista Allure, su desodorante en stick 100% natural The Healthy Deodorant ataca sin piedad las bacterias causantes del mal olor con notas de vainilla. Se vende en Sephora.

Precio: 16 dólares / 14,50 euros.

The Organic Pharmacy mantiene los olores a raya con una fórmula en spray que incluye aceites naturales de salvia, romero, limón y neroli e ingredientes 100% naturales y orgánicos. Lo encuentras en BoMonde.

Precio: 25 euros.

La nueva gama Bio Beauté de Nuxe incluye un desodorante roll-on frescor 24 horas formulado con un cóctel de 10 aceites esenciales, 5 aguas florales, aloe vera y polvo de almidón. Cuenta con un 98.9% de ingredientes naturales y un 44% de ingredientes bio.

Precio: 8,90 euros.

Soapwalla mantiene su fórmula original de desodorante en crema desde 2009, y es una de las marcas más vendidas entre los adeptos de la cosmética verde. Hecho a mano en Brooklyn (Nueva York) con una receta exclusiva 100% natural que incluye polvos vegetales micronizados, arcillas, y aceites esenciales, su deodorant cream se vende en España en JC Apotecari.

Precio: 16 euros.

Farmaesthetics vende un maravilloso polvo desodorizante que se puede utilizar en todo el cuerpo, incluyendo pies y manos. Creado con ingredientes 100% naturales y orgánicos, su formula sin talco contiene flores micronizadas de lavanda, saúco, tomillo. Además de ser un excelente desodorante, es perfecto para evitar irritaciones en los muslos en épocas de temperaturas elevadas.

Precio: 27 dólares / 24 euros.